Madre Ve Bolsa De Basura Moviéndose En La Carretera, Su Instinto Le Dice Que La Abra

En Movimiento

La bolsa de basura se movía, avanzando lentamente hacia la carretera. Ella pisó el freno de su coche. No estaba segura de si su enfermedad le hacía imaginar cosas o si la bolsa se movía de verdad. 

Con el coche casi parado, sacó la cabeza por la ventanilla para ver qué pasaba. Fue entonces cuando lo vio claramente. 

Un Paseo Por La Tarde

Cuando Lizzie decidió volver a casa esa tarde, sólo quería pasar el resto del día lejos de todo el ajetreo del trabajo. 

Había estado trabajando durante toda la semana a pesar de su enfermedad y no podía esperar a llegar a casa. Pero un viaje tan sencillo acabaría en una experiencia que le cambiaría la vida. 

Lizzie Happy

Lizzie Happy era la típica madre de treinta y cinco años que vivía en Denver, Colorado. Lizzie, una madre soltera que buscaba forjar una buena vida para su pequeña familia, vivía con sus dos hijas Nancy y Tina.

La vida de Lizzie era siempre tranquila, dado su trabajo como bibliotecaria y el hecho de que sus hijos tenían menos de cinco años. Pero lo que sucedería esa tarde impulsaría sus vidas a la luz pública.

Cambio De Planes

Lizzie había trabajado como bibliotecaria durante más de una década antes de que ocurriera el incidente. Su ocupación era normalmente tan relajada como su vida personal. 

Se presentaba temprano por la mañana para trabajar y se retiraba por la tarde. Aquella fatídica semana, Lizzie había contraído un terrible resfriado que la sacaría de su rutina diaria.  

Supermujer

Había sido una semana estupenda hasta que Lizzie empezó a toser. Se le congestionó la nariz y le dolió la garganta. Antes de darse cuenta, le dolían las articulaciones y la cabeza le latía con fuerza.

Pero aunque estaba lejos de la mejor versión de sí misma, Lizzie no rehuyó sus responsabilidades como madre y proveedora. Preparó a sus hijos para el colegio, llamó a su hermana para que los llevara y se presentó en el trabajo. Entonces todo empezó a desmoronarse.  

Enferma

Primero llegó el cansancio y la tos insistente. Luego vinieron los dolores musculares. El jefe de Lizzie notó que estaba mal y le dijo que se tomara el resto del día libre.

Pasaba una hora del mediodía y Lizzie pensó que sería una buena idea aceptar la oferta de su jefe. No tenía ni idea de lo que le esperaba de camino a casa. 

De Vuelta A Casa

Lizzie se subió a su coche y comenzó su largo viaje a casa. No podía esperar a meterse en la cama y dormir. Cansada como estaba, tomó una ruta diferente para volver a casa, con la esperanza de evitar el tráfico. 

Como era de esperar, la carretera estaba despejada y Lizzie circulaba con todo el cuidado posible. Pero al llegar a la carretera abierta, notó algo delante que le hizo fruncir las cejas.

Mirando Más De Cerca

Una bolsa de basura negra que estaba más adelante en el borde de la carretera llamó inmediatamente su atención. Se inclinó hacia adelante para ver más de cerca, encontrando extraño que alguien tirara basura en los caminos vacíos.

Lizzie no pensó mucho en ello después de percatarse de que lo que tenía delante era una bolsa de basura, ni más ni menos. Pero al acercarse, se dio cuenta de algo interesante. 

Lo Que Estaba Sucediendo

La bolsa de basura se estaba moviendo, arrastrándose rápidamente por la carretera. Lizzie pisó el freno de su coche. No estaba segura de si su enfermedad le hacía imaginar cosas o si la bolsa se movía de verdad. 

Con el coche casi parado, sacó la cabeza por la ventanilla para ver qué pasaba. Fue entonces cuando lo vio claramente.   

¿Qué Hay En La Bolsa?

Algo estaba metido dentro de la bolsa: una criatura, por lo que parecía. Estaba saltando y haciendo un extraño sonido mientras la bolsa de basura se movía por el camino. 

Sin saber qué hacer, Lizzie sacó su teléfono y empezó a grabar el incidente. Su curiosidad le decía que saliera a investigar, mientras que su miedo la mantenía pegada a su asiento.

Subiendo El Listón

Pasó un minuto y Lizzie supo que no podía quedarse más en el coche. Abrió de golpe la puerta con su teléfono aún grabando y se acercó con cuidado a la bolsa de basura en movimiento.

Fuera del coche, pudo oír gruñidos y gruñidos que emanaban de la bolsa de polietileno negra. Al principio se asustó, pero luego los gruñidos se convirtieron en gemidos y llantos. Ya no podía alejarse. 

Desenvolviendo La Bolsa

Lizzie respiró profundamente y se acercó a la bolsa. Se acercó y la tocó suavemente con su teléfono. Lo que fuera que había dentro emitió un gemido que le indicó que el animal estaba en peligro. 

Dejando de lado toda precaución, Lizzie desenvolvió la bolsa lo más rápido posible y se quedó con la boca abierta al ver lo que le esperaba dentro.

Lo Peor

Cuando vio moverse la bolsa de basura por primera vez, pensó lo peor. Su imaginación le decía que una serpiente gigante la esperaba dentro. Pero aun así, no podía dejar al pobre animal atrapado dentro de la bolsa.

Se acercó y abrió la bolsa lo más rápido posible y luego saltó hacia atrás, pero lo que salió la hizo acercarse mientras sus labios se curvaban. 

Un Buen Chico

“Un cachorro”, susurró Lizzie, atrayendo al pequeño hacia ella. El cachorro corrió hacia ella y le lamió las manos mientras movía la cola. Lizzie lo ayudó a entrar en el coche mientras su teléfono seguía grabando y se marchó.

En cuanto llegó a casa, publicó un aviso en sus redes sociales sobre el perro. Como amante de los animales, no podía imaginar que alguien hiciera algo así.

Sin Etiqueta

El cachorro tenía un collar, pero no tenía una etiqueta. Lizzie sabía que había sido la mascota de alguien, pero ¿cómo había acabado en una bolsa de basura a un lado de la carretera? 

¿Lo habían robado o sus dueños lo habían abandonado intencionadamente? Su corazón se hundió al pensar en lo crueles y despiadadas que puede ser la gente. Compartió su foto en Facebook con la esperanza de que su dueño apareciera.

Al Veterinario

“Si este es tu cachorro, házmelo saber”, escribió Lizzie en Facebook. “Si eres el sinvergüenza que lo metió en una bolsa de basura y lo tiró al lado de la carretera, eres un enfermo”.

Tras publicar una foto en las redes sociales, lo primero que hizo Lizzie fue llevar al pobre cachorro al veterinario para que le hicieran un chequeo. El veterinario determinó que solo tenía tres meses y le dio el visto bueno. 

Se Hizo Viral

La historia de Lizzie se compartió tantas veces que se hizo viral en las redes sociales. Pronto, ella estaba dando entrevistas a los medios de comunicación sobre el descubrimiento del cachorro. 

“La bolsa estaba atada con un nudo, así que rasgué con cuidado una esquina y miré dentro”, contó a The Dodo. “Era un cachorro. Y seguro que se alegró de verme. En cuanto la abrí y vio la luz, empezó a mover la cola. Supo que le había salvado. No me lo podía creer”.

Sus Peores Temores

A pesar de que su historia se había hecho viral, nadie se presentó para reclamar a su cachorro. Lizzie no se sorprendió demasiado, pero eso no hizo más que confirmar sus peores temores. 

Tenía la sensación de que su dueño lo había abandonado cruelmente en la carretera. Y no podía entender por qué alguien haría algo tan horrible. 

Un Gran Problema

Según The Humane Society, cada año se entregan 6,3 millones de mascotas a los refugios de animales en Estados Unidos. Alrededor de 3,1 millones son perros y 3,2 millones son gatos. 

Pero quien había abandonado al pequeño cachorro ni siquiera había hecho lo correcto y lo había llevado a un refugio para que tuviera una oportunidad de vivir. Pero el abandono de animales de compañía no es sólo un gran problema en Estados Unidos: es un problema en todo el mundo. 

Cómo Ayudar

La mejor manera de ayudar a los perros y gatos es esterilizar a tus animales para evitar camadas no deseadas y apoyar a tu refugio de animales local. 

Cada año se practican millones de eutanasias a perros y gatos, por lo que esterilizar al mayor número posible de mascotas aliviará el problema de la superpoblación. Si quieres un animal de compañía, no apoyes a los criadores de animales; en su lugar, adopta un perro o un gato de un refugio.

Home

A month passed without anyone claiming the puppy. Lizzie and her daughters had already incorporated him into their family. Lizzie’s video also made her internet famous, with people commending her for her bravery and heart of gold. 

Although she’d recovered from her cold, she was glad that such a dark experience had given rise to one of the best things for her family. The puppy, who they named Pete, was where he was always meant to be. But this wasn’t the last time she’d rescue an animal in need. 

Little Visitor

About a year after Lizzie rescued Pete, Lizzie, who was shelving books in the historical nonfiction section at the library she worked at, noticed something peculiar curled up on one of the shelves. 

She’d seen the odd rat in the library during her time there, but she had never seen a creature like this up close before.

A Brown Bat

Not wanting to disturb the little critter, Lizzie quietly called the library director to confirm that the animal was indeed what she thought it was. He came over and couldn’t believe his eyes. 

No – her eyes weren’t playing tricks on her. Curled up next to a book on the shelf was a cute little brown bat. And it was fast asleep.  

Calling Animal Control

Lizzie, taking care not to wake the sleeping bat, called the local animal services. Officer Roy Bass arrived 20 minutes later.  

“He was extremely calm and easygoing about the situation, even allowing us to take a quick photo of the bat with the book ‘Bats at the Library’ by Brian Lies,” Lizzie said in an interview. “He then gently moved the bat into a box and closed the lid quickly.” But how had the bat gotten in?

Bat Facts

The Little brown bat is found all over the northern U.S. and most parts of Canada. They live in colonies that can grow to hundreds of thousands of individuals. 

Bat colonies gather at nesting sites, called roosts. Bat colonies will have several different types of roosts – some for resting or napping during the day, and others for shelter at night. The Little brown bat only eats insects. 

Natural Pest Control

While how the bat had broken into the library for a nap is anyone’s guess, it’s not uncommon to see bats in the libraries in Portugal. 

In fact, bats are welcome guests. In these libraries. The logic is that the bats protect the books from pests like moths and other insects that eat paper and old manuscripts. However, bats aren’t welcome in most parts of the world because of their bad reputation.

Bad Rap

Bats have been persecuted all over the world. They are thought to be carriers of disease and suckers of blood. But the truth is, bats have an undeserved bad reputation. 

Contrary to popular belief, most bats don’t have rabies. In fact, you are statistically more likely to contract rabies from a dog rather than a bat. So why do bats get such a bad rap?

Pathogens

But, concerns over bats carrying disease aren’t completely unfounded. They have gotten a bad reputation from the high profile pathogens they do carry, like Ebola, Marburg, and Nipah – all can be deadly.  

Nevertheless, bats are a vital part of the ecosystem and help the environment in countless ways. Lizzie was an animal lover, and she would help any creature. So, what happened to the bat in the library?

Back Into The Wild

The little brown bat that Lizzie had found was released back into the wild by Animal Control. They released it in a nearby wildlife reserve. 

But this wasn’t the only strange encounter for the library staff. Because the library was near a wildlife reserve, they have found squirrels in the Storytime room and stray cats among the stacks before.

Preserving All Life

Whether you encounter a domestic or wild animal in distress, you should always try to help if it’s safe to do so. If you can’t do anything personally, call Animal Control or someone else who can. 

Lizzie knows that all animals serve a purpose on earth and are part of a complex ecosystem. If you want to do more to help, reach out to your local animal shelter or wildlife conservation center.

Disclaimer: To protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events, places, or persons, living or dead, are entirely coincidental.