Madre Deja A Su Bebé Un Segundo, Se Arrepiente Inmediatamente

Su Angelito

La pareja llevó a su hijo a urgencias lo antes posible. La evaluación del bebé no tardó en llegar, pero las noticias eran las peores que ambos podrían haber imaginado. 

Se sentó junto a su marido mientras el médico le contaba lo que le estaba ocurriendo a su ángel. Pero por mucho que intentaba escuchar, lo único que oía era un fuerte zumbido dentro de su cabeza debido a la preocupación.

Su Primer Hijo

Cuando Taylor y Jeff tuvieron a su primer hijo, Brian, estaban más que contentos de que su familia por fin creciera. 

Llevaban más de un año intentando quedarse embarazados y no pudieron contener su alegría cuando por fin ocurrió. Brian no tardó en nacer, pero tan feliz ocasión pronto acabaría en lágrimas. 

Una Gran Familia

Taylor y Jeff siempre habían querido tener una gran familia. Incluso antes de casarse, siempre habían hablado de tener muchos hijos que llenaran su casa.

Cuando se casaron, habían decidido tener entre cinco y seis hijos. Aunque la perspectiva presentaba una realidad caótica, la pareja estaba dispuesta a afrontarla. 

El Hijo Perfecto

Un año después de casarse, Taylor y Jeff se quedaron embarazados de su primer hijo, un precioso niño llamado Brian.

Brian era el hijo perfecto para Taylor y Jeff. Era un niño muy activo y siempre sonriente, con la inteligencia y el encanto propios de un bebé que harían sentirse orgulloso a cualquier padre. Pero todo esto no tardaría en cambiar. 

Una Luminosa Tarde De Domingo

Era una luminosa tarde de domingo cuando ocurrió. Jeff estaba abajo trabajando en un proyecto que le apasionaba, y Taylor pasaba el rato con Brian en su dormitorio. 

Brian había estado activo desde primera hora de la mañana, y Taylor sabía que tenía que acostarlo por el resto del día. Después de darle de comer y bañarlo, lo dejó en la cama y se giró un segundo. Fue entonces cuando ocurrió. 

Una Fracción De Segundo

Taylor se había girado una fracción de segundo, buscando un pañal para su hijo, cuando oyó un ruido sordo en la alfombra. Se dio la vuelta y encontró a Brian en el suelo, con una expresión de confusión en la cara antes de echarse a llorar. 

Taylor se apresuró a levantarlo y vio que se había golpeado la cabeza. Le frotó suavemente el chichón mientras lo arrullaba hasta que se quedó quieto. Pero entonces hizo lo peor posible en ese momento.

Calmar La Situación

Taylor arrulló a Brian hasta que se quedó quieto y empezó a sonreír y a arrullar. Jeff vino a ver qué pasaba y ella le explicó rápidamente la situación. 

Los padres durmieron a Brian y, en contra de su buen juicio, Taylor se convenció de que el niño estaba bien. Si al menos supiera lo que estaba pasando.

Una Noche Oscura

Un fuerte grito de Brian la despertó aquella noche. Se incorporó de un salto y corrió hacia su cuna, donde encontró al bebé llorando amargamente. El pequeño chichón de antes había crecido.

Taylor gritó a Jeff, que vino corriendo. Echó un vistazo al bebé y corrió a por unos abrigos y sus teléfonos. ¿Habían llegado demasiado tarde?

Urgencias

La pareja llevó a Brian a urgencias lo más rápido posible. La evaluación del bebé no tardó en llegar, pero las noticias eran las peores que ambos hubieran podido imaginar. 

Taylor se sentó junto a Jeff mientras el médico le contaba lo que le ocurría a su ángel. Pero por mucho que intentaba escuchar, lo único que oía era un fuerte zumbido dentro de su cabeza debido a la preocupación.

Su Deseo

Esperaba e incluso deseaba que el médico le dijera que la lesión de Brian era un simple chichón y que se pondría bien. Pero las noticias eran mucho más sombrías.

“Brian se ha fracturado el cráneo y se ha derramado la mitad de todo su volumen sanguíneo en el cerebro”, leyó el médico el informe de la resonancia magnética que tenía en las manos. Aunque siguió hablando después, el dolor dentro de Taylor silenció todo lo demás que dijo.

Lo Mejor De Sus Vidas

Los días posteriores a la visita al hospital fueron los peores para Taylor y Jeff. Habían trabajado tan duro para construir todo lo que tenían, y con Brian, toda la lucha había valido la pena. 

Era lo mejor de su vida y ahora no sabían si estaría bien. Habían ingresado a Brian en el hospital antes de salir, y con cada segundo que pasaba, el dolor agotador de no estar a su lado los comía vivos. 

El Hospital 

Pasó una semana y Brian seguía en el hospital. Taylor y Jeff pasaban el mayor tiempo posible con él, sólo salían para ducharse brevemente y trabajar. La realidad era que el estado de su hijo los mantenía en vilo. 

El hospital seguía haciendo exploraciones y discerniendo el mejor tratamiento para Brian. Pero cada vez que Taylor preguntaba si su hijo se pondría bien, le daban la peor respuesta posible. 

Pavor 

“Estamos haciendo todo lo que podemos”, decían los médicos. Pero estas palabras sólo hicieron que el pavor que corría por las venas de Taylor se duplicara.

A medida que se acercaba el informe final sobre la salud de Brian, no estaba segura de si su bebé sobreviviría. No estaba segura de si quedaría paralizado física o mentalmente. Se derrumbó al considerar todas estas posibilidades. Como madre, ¿qué podía hacer?

La Pesadilla De Todo Padre

Cada minuto que pasaba era la espera más angustiosa de la vida de Jeff y Taylor. Repetía todas las situaciones una y otra vez como un disco rayado.

Los “y si…” eran interminables. ¿Y si nunca le hubiera dado la espalda? ¿Y si hubiera llegado antes a Brian? Estas preguntas pasaban por su mente una y otra vez, pero eran inútiles. 

Ningún Cambio 

Todo lo que Taylor sabía por ahora era que Brian había sido semi-estabilizado. Ninguna de las preguntas podría cambiar el resultado ahora. 

Intentó por todos los medios mantenerse positiva, pero cualquier padre en esa situación entenderá que es prácticamente imposible no agobiarse. Aunque no eran del tipo espiritual, Taylor y Jeff empezaron a rezar mientras los médicos seguían trabajando en Brian. 

Su Primer Niño

Lo que hacía la situación más desgarradora era el hecho de que después de todos los sueños que tenían con su gran familia, Brian era el primero. Él representaba el principio de hacer realidad ese sueño. 

Ni en sus sueños más locos habrían imaginado un hijo más perfecto que el que tenían. Ahora se veían obligados a considerar las peores posibilidades. 

El Tiempo Pasaba 

Los días pasaban sin piedad y Brian seguía en el mismo estado. Taylor nunca supo que un ser humano fuera capaz de contener tantas lágrimas como ella lloraba. 

Sus emociones oscilaban entre la esperanza y el optimismo y la desesperanza y la pérdida a diario. A medida que pasaban las horas y los días, pronto una emoción aún peor se apoderó de ella.

Entumecida

Taylor lloró hasta que sus ojos no pudieron contener más lágrimas. Su mente se sintió al borde de la locura en más de una ocasión. 

Finalmente, tal vez como mecanismo de defensa, empezó a sentirse entumecida. Después de todo el dolor, la angustia, el estrés y el miedo, esta sensación era de alguna manera peor. 

Apagarse

El entumecimiento hizo que Taylor se sintiera como un monstruo. A veces era como un robot frío e insensible, que pasaba las horas con una especie de distanciamiento aterrador. 

A veces se sentía como un zombi, muerta para el mundo, y simplemente existiendo en un vacío sin emociones a la espera de noticias. A veces sentía que tenía que espabilar, pero le aterrorizaba hacerlo. 

No Sentía Nada

Taylor sabía que si permitía que las emociones sombrías volvieran, corría el riesgo de abrir las compuertas y tenía miedo de ser consumida por todo de nuevo. 

En su desesperación, atrapada entre el miedo a sentir demasiado y la culpa por sentir demasiado poco, recurrió a otra fuente de consuelo.

Support

Jeff had been dealing with his grief in a different way. Taylor barely saw him cry and he seemed to be handling things better.

Taylor didn’t know if this was a good thing or not. Soon, she began to wonder what was going through Jeff’s mind. Worse still, she had no idea how to feel about him or if she could lean on him for support. 

Unintended Consequences

It was a horrible truth about the situation. Taylor and Jeff had been a normal, happy couple. They had finally begun building their lives together. 

Now their dreams were in tatters. Their joint grief was already crippling. Taylor didn’t want to admit it but she also felt angry inside. There were times when she couldn’t even stand the sight of Jeff. 

The Stages

Taylor had heard people speak of the famous stages of grief. She had no idea if this was all normal. She’d never given it much thought because she never pictured herself ever being in a state of grief like this. 

Looking at Jeff, there were moments when she envied how he seemed to be handling things. On the other hand, she wondered if he was just staying strong. 

A Great Weight

Taylor knew that Jeff loved his son every bit as much as she did. She knew, like her, he was heartbroken inside whether he showed it or not. 

As the days wore on and Jeff kept up his stoicism, Taylor also began to worry for another reason. She hadn’t considered the feeling until now but was now afraid that it might be true. 

Guilt

Since Brian had been in Taylor’s care at the time, she worried that Jeff may blame her for what happened. She struggled with this feeling for a while. 

When she could no longer take not knowing, she summoned up her last reserves of courage. Tentatively, she approached him to ask him if it was true. 

United

To Taylor’s relief, Jeff assured her that he did not blame her for any of this. He knew how much she loved their boy and would never knowingly hurt him. He supported her and told her that they needed to be strong together. 

It broke the two of them to see their little boy hooked up to devices and a breathing apparatus day after day. Finally, the doctor came forward and revealed that the test results were ready.  

Heartbreaking

Brian’s brain had suffered severe trauma and it was unclear what the future held. After helping Taylor and Jeff get acclimated to his treatment regimen, the hospital discharged Brian. 

They included a new diet, physical therapy, and several activities that would help his mind stay active. The couple were and did all they could but, ultimately, it was tragically too late. 

A Devastating Loss

Although Taylor and Jeff, with the help of their families, did all they could to help their beloved son recover, he’d sadly succumb to his condition. Taylor knew what she needed to do. 

Between instances of feeling like she was losing her mind, Taylor eventually searched for ways to cope and live with what had happened. She found a slight silver lining when she realized she could help others.

Sharing Her Story

Broken by the loss of her son, Taylor knew she had to share her story.  By doing so, she hoped that more parents out there realized how quickly a moment of inattention could lead to tragedy.  

Her hope was that if their experience could help prevent another family from experiencing the same horror, Brian’s short life would have not been completely in vain. Her story gained traction on social media, and many people came to grieve with her family. 

Their Angel

With time, the pain of losing Brian would let off, although she still misses him with each passing second. Taylor and Jeff did eventually go on to have other children and the big family they always talked about was still a possibility. 

However, it would always remain tainted in a way. Try as they might, both knew they’d never forget the little angel who was their first.

Disclaimer: To protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events, places, or persons, living or dead, are entirely coincidental.