Madre Cobra 9 Dólares Por 70 Horas De Trabajo Por Una Laguna Legal

Una Situación Asfixiante

Miró su nómina y se rió, sacudiendo la cabeza ante los nueve dólares que le devolvían la mirada.

Era su paga después de trabajar setenta horas. 

La vida ya era difícil. Tenía que pagar facturas, la mayoría de ellas con retraso. No podía seguir trabajando tanto por tan poco dinero. Se vengaría.

Comienzos Humildes

Muchas personas describen la vida adulta como dura.

La vida después del instituto exige que una persona sea independiente. La gente busca o crea trabajos para satisfacer esta necesidad. 

Algunos tienen la suerte de encontrar trabajos bien pagados. Otros tienen que lidiar con lo que la vida les depare. Para Aaliyah Cortez, de veinte años, la edad adulta no fue amable. Pero haría todo lo que estuviera en su mano para no dejar que la vida la destrozara.

Supermujer

Aaliyah, una joven madre soltera que vivía en California, estaba decidida a darle a su hijo la mejor vida que pudiera desear.

Todas las mañanas se levantaba temprano para buscar en los foros de empleo de su zona algo que le interesara.

Aaliyah consiguió un trabajo de camarera, que le pareció perfecto. No sabía lo equivocada que estaba.

La Edad Adulta Se Pone Difícil

El primer día en su nuevo trabajo fue bastante fácil.

Todo lo que Aaliyah tenía que hacer era servir bebidas y mantener alguna que otra conversación con los clientes. Disfruta de la experiencia y da gracias a Dios por haber elegido ese camino.

Uno de los clientes le dejó veinte dólares de propina mientras pagaba su cuenta. El gesto sorprendió a Aaliyah. Lo que no sabía ella que más sorpresas se cernían sobre ella.

Una Buena Primera Semana

La semana siguió el mismo patrón que el primer día de Aaliyah.

Los clientes le dejaban propinas de vez en cuando como agradecimiento por su servicio. 

El último día de la segunda semana, su jefe le entregó su primera nómina. Aaliyah cogió el recibo y se lo guardó en el bolso. Se alegró de poder comprarle a su hijo algo rico para comer esa noche. Pero debería haber comprobado el recibo en ese momento.

El Cheque 

De camino a casa, Aaliyah decidió pasar por GameStop.

Su hijo había estado hablando de un nuevo videojuego que le gustaba. Quería darle una sorpresa esta noche.

Antes de entrar en la tienda, Aaliyah decidió comprobar su sueldo. Sacó el recibo y lo hojeó. Ladeó la cabeza y enarcó las cejas. Algo iba muy mal.

Increíble

Aaliyah contuvo un suspiro. La nómina indicaba que había ganado ciento cincuenta dólares en las últimas dos semanas.

Pero después de la seguridad social, el seguro médico y el impuesto sobre la renta, sólo recibía nueve dólares. 

Exhaló un suspiro caliente, y una leve risita resonó en su dolorido pecho. Nueve dólares. Tenía que pagar el alquiler y otra docena de facturas. La edad adulta se la iba a tragar viva. Le hervía la sangre.

Hacerse La Lista

Aaliyah devolvió el resguardo a su bolso. Apretó los puños y una oleada de rabia se disparó en su pecho antes de asentarse en su estómago.

Después de todas las horas que había invertido, ¿esto era todo lo que recibía?

Miró en el bolso y vio los noventa dólares que había ganado ese día en propinas. Contuvo las lágrimas al darse cuenta de que su hijo no tendría su videojuego aquella noche. En cuanto llegó a casa, le esperaba otro problema.

Un Gran Problema

Su casero había dejado un aviso de alquiler atrasado en su puerta.

Aaliyah ni siquiera lo leyó, sólo lo arrancó y lo metió en su bolso junto a su cheque de pago.

Pasó la noche en vela en su habitación. Se preguntaba cómo iba a cubrir sus necesidades y las de su hijo. Tal vez podría contratar a un abogado que la ayudara, pero no disponía de fondos. Entonces, se le ocurrió algo épico.

Tomar Las Riendas

El mundo de Aaliyah se le venía encima. Su sueldo, lo único que podía salvarla de todo esto, era demasiado bajo.

Indignada, decidió hacer algo al respecto. 

Refinó su forma de trabajar de camarera, buscando formas de recibir más propinas. Esa misma noche empezó a trabajar, pero pronto surgió otro problema.

El Plan

Aunque Aaliyah se estaba esforzando al máximo, las propinas no eran tan lucrativas como había previsto.

Necesitaba trabajar más horas si quería que esto funcionara. 

Aaliyah habló con su jefe y consiguió un puesto adicional como camarera. Ahora podía trabajar tanto de día como de noche. Llegó el fin de semana y Aaliyah se sentó a contar sus propinas.

Un Resultado Satisfactorio

Sus labios se crisparon y la sonrisa se transformó en una mueca.

Aaliyah había ganado setecientos dólares de propina.

Sus compañeros de trabajo no podían creer que hubiera ganado tal cantidad sólo con las propinas. Aaliyah les contó su fórmula. El sistema les funcionó bien, pero su jefe no tardó en descubrir lo que estaban haciendo.

Incertidumbre

Aaliyah no estaba segura de si su jefe las despediría.

Para su sorpresa, él reconoció las dificultades de trabajar en el clima actual. 

También los elogió por su nueva ética de trabajo y por el revuelo que había creado en el bar. Aaliyah se fue a casa y pagó todas las facturas pendientes. Pero aunque estaba contenta, aún le quedaba un largo camino por recorrer para darle a su hijo la vida que se merecía.

Trabajar Con Inteligencia

Con la ayuda de sus compañeros, Aaliyah ideó un sistema mejor que aprovechaba el trabajo en equipo para crear mejores experiencias para sus clientes.

Su negocio se disparó, al igual que las propinas que recibían. 

Aaliyah no se lo podía creer. Le compró a su hijo el juego que le había pedido. Aunque no era suficiente para demostrarle lo mucho que significaba para ella, era un excelente comienzo. Ahora solo quedaba una cosa por hacer.

Hacer Un Vídeo

En su vídeo de TikTok, Aaliyah mostró al mundo su escandalosamente bajo sueldo.

“Debería haber ganado 151 dólares”, dijo, pero después de que el gobierno le hubiera quitado su parte del impuesto federal sobre la renta, Medicare y la Seguridad Social, no podía ni permitirse vivir. 

“No puedo permitirme vivir con 2,13 dólares la hora, así que dependo exclusivamente de la generosidad de mis clientes”, añadió. “Por eso se dejan propinas”.

Convertirse En Viral

Todos los que vieron el vídeo querían saber por qué Aaliyah había decidido seguir trabajando en el bar.

Aaliyah había hecho el vídeo para poner de relieve lo que tienen que soportar los trabajadores del sector servicios y lo defectuoso que es el sistema, pero nunca esperó la gran tracción que iba a tener.

Nada Fuera De Lo Común

El vídeo de Aaliyah obtuvo más de 937.000 visitas y subiendo – la gente estaba absolutamente conmocionada y horrorizada. ¿Y lo peor?

El sueldo de nueve dólares puede haber asombrado a los usuarios en las redes sociales, pero un sueldo tan bajo para las personas en la industria de servicios no es tan inusual.

El vídeo de Aaliyah creó tales olas que los medios de comunicación se ponían en contacto con ella día y noche.

Una Celebridad

Después de que su video se volviera viral, Aaliyah terminó haciendo entrevistas con Buzzfeed, TODAY y Fox News, por nombrar sólo algunos.  

“Honestamente, cada vez que abro un cheque me río un poco.

Mis compañeros de trabajo y yo comparamos los cheques para ver quién ha cobrado menos y nos reímos porque es ridículo lo poco que nos pagan.” Entonces, ¿quién es el responsable de esto?

Salario Mínimo

Aaliyah, como muchos otros camareros y camareras, gana el salario mínimo absoluto de 2,13 dólares la hora. 

El problema viene cuando el Departamento de Trabajo de Estados Unidos estipula que cada propina que recibe Aaliyah puede ser utilizada por su jefe como medio para pagarle un salario inferior al salario mínimo federal.

Contrariamente a lo que la mayoría de la gente piensa, sus propinas forman parte de su salario. Y hay más problemas.

Se Expone Al Acoso Y La Discriminación

Como el sueldo de Aaliyah depende de la generosidad de la gente a la que atiende, tiene que ser siempre lo más agradable posible, aunque eso signifique tener que soportar acoso sexual o discriminación. 

La dificultad a la que se enfrenta Aaliya quedó perfectamente resumida en el comentario de un usuario en su vídeo de TikTok: “No, damos propina cuando nos dan un buen servicio.

No damos propina porque te paguen 2 dólares la hora. Eso es problema tuyo”.

Relying On Strangers

“There are laws set up that allow tipped employees to be paid under the federal minimum wage, which makes us rely on the customer to pay our wages,” Aaliyah told Buzzfeed. 

“It’s not right that we have to do this, but I wanted to shed some light on the issue and inform the public about the importance of tipping.” And the scary part? Aaliyah’s checks have been lower.

Not A Living Wage

“If I had a good two weeks from my tips, my check will be on the lower side,” Aaliyah explained.

“At my last restaurant, my checks would come out to be $0,” she continued.

“I just wish we were all being paid adequately and consistently,” she said. “As you can see — by my check — I cannot afford to live off of $2.13 an hour, so I solely rely on the generosity of my customers.”

Controversy

As shown by the comments on Aaliyah’s video, she had brought up a sensitive topic.

The video made its way over to Twitter where it sparked a heated debate. While a lot of people were supportive, many chose to blame Aaliyah for her own situation. 

“Stop working there then,” one unsympathetic user wrote. “Don’t go into a job knowing the outcome and blame people for not tipping.”

Unsympathetic

Many users blamed Aaliyah for her low wages. After all, America is a capitalist country, right?

As the online debate raged, some users rushed to Aaliyah’s defense – stating that it wasn’t her fault that she earned such low wages, it was the system’s: “The problem is, it shouldn’t be on the customer to begin with,” this user wrote.

“It’s an excuse for restaurants to get away with starvation wages.” But the plight of servers is nothing new.

Growing Awareness

For years, people all over the United States have started matching their bills with their tips as part of a viral internet trend.

This trend is called the “Tip the Bill Challenge.”

It was initiated by those who wanted to acknowledge the hard workers in the service industry by doing something kind for them. It is well-known that servers struggle to make ends meet, and there’s a reason for that.

Tipped Minimum Wage

Not many people are aware that workers in the service industry aren’t paid in the same way as those with jobs in other industries.

They receive a “tipped minimum wage,” which amounts to a fraction of the federal minimum wage. 

Tips are designed to cover the rest of a server’s income, but there is no guarantee that they will.

Beholden

This leaves servers beholden to the whims of their paying customers, and it’s an unfair system.

But there are some who are beginning to challenge it.

Danny Meyer, a restaurant owner who manages a wide array of bars and restaurants in New York City, has decided to do away with tipping altogether in his establishments.

Challenging The System

“I just decided — instead of blaming the tipping system for what didn’t seem fair or right, why not take it into our own hands?”

With Danny Meyer leading the way, hopefully, others will follow suit.

This will ensure that service workers are given fair compensation for the valuable work they do. We need more people to do what Aaliyah did.

Don’t Forget To Tip

Even after all she’s been through, Aaliyah insisted that she loves her job, despite the dismal pay.

“The most upsetting situation happens where a table doesn’t tip is from sports fans when their team doesn’t win. We have absolutely no control of that and we’ve most likely waited on them for a few hours!” she explained.

“We don’t like relying on the customer, but until the laws can get changed, we still need to be paid,” Aaliyah said in an interview. “Whatever you do, Don’t. Forget. To. Tip.”

Helping Others

Aaliyah shared her story with the world. She showed societies that most bartenders and servers rely solely on tips to survive. 

She also advised her fellow moms to continue being strong. As a mom, she understood the responsibilities and expectations of the job. “I would want them to know I’m supporting them!” she said.

In order to protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events or places or persons, living or dead, are entirely coincidental.