Hombre Ve Vídeo De La Boda De Su Madre, Se Da Cuenta De Un Detalle Inquietante

Desvelado

Dejó que sus ojos viajaran desde el chasquido de la vieja cinta de vídeo, dejando que su mente viajara a los viejos tiempor y cómo eran sus padres por aquel entonces. Habían sido tan jóvenes. Habían sido tan felices. Volvió a mirar la pantalla, y fue entonces cuando lo vio. La sangre le heló en las venas mientras el miedo lo paralizaba. 

El extraño hombre de la vieja cinta de vídeo le tendió la mano a su madre, y él vislumbró el reloj del hombre, el que indicaba a todos los que le rodeaban que era rico y poderoso. Pero era su sonrisa forzada la que delataba su horrible fachada.  

Mark

Fue un día duro para Mark Welling, de 35 años, mientras limpiaba la casa de sus padres en San Francisco, California.

Mark era hijo único y quería mucho a sus padres. Cuando su padre falleció, no pudo encontrar ocasión de revisar sus cosas con calma. Pero ahora, cuando planeaba vender la casa, no podía seguir evitándolo.

Una Infancia Idílica

Por lo que Mark podía recordar, su infancia temprana fue muy feliz. Sus padres apenas se peleaban y le trataban con cariño y amor incondicional. 

Sabía que era afortunado por haber crecido en un hogar lleno de amor con unos padres en los que siempre sintió que podía confiar. Pero estaba a punto de descubrir que no todo era lo que había parecido. 

Sin Rastro

La madre de Mark había desaparecido cuando él tenía nueve años. Se abrió un caso, pero la policía no encontró ninguna pista y el caso fue abandonado con el paso del tiempo. Mark se fue a vivir con sus abuelos mientras su padre se aislaba del mundo.

Como hijo único, el patrimonio de sus padres pasó automáticamente a sus manos cuando su padre falleció. Pero la casa crujía bajo el peso de los recuerdos de su infancia, que no podía soportar, por lo que a lo largo de los años delegó en otras personas para que la cuidaran. 

Recuerdos

Vio la vieja cinta de la boda, sonriéndose por lo jóvenes y enamorados que eran sus padres, pero entonces las cosas tomaron un giro oscuro. La extraña figura ominosa sonreía en el fondo.

Hacía años que Mark no pisaba la casa. La última vez que estuvo aquí fue para poner todo en orden después de que ellos se fueran. Aquel día se fue llorando, y lo mismo ocurriría esta vez, pero por las razones equivocadas. 

Las Cintas

No pasó mucho tiempo antes de que Mark se encontrara buscando entre cajas de viejas cintas de vídeo. Todas estaban perfectamente etiquetadas, excepto una. 

La cinta de vídeo sin etiqueta despertó la curiosidad de Mark, así que decidió reproducirla para averiguar de qué se trataba. Sorprendentemente, era un vídeo del día de la boda de sus padres. ¿Por qué no estaba etiquetada? ¿Y por qué no había sabido de la existencia de esa cinta?

Un Rostro Conocido

Mark observó el desarrollo de la boda con deleite. Reconoció a sus tíos y tías, a los que no había visto en años. Todos eran tan jóvenes y felices. 

Pero entonces la cámara siguió filmando a otro hombre. Parecía muy cercano a sus padres. También le resultaba vagamente familiar a Mark. De repente, una oleada de miedo le invadió. ¿Quién era? 

Hombre Extraño 

A medida que las imágenes continuaban, se dio cuenta de que su madre empezaba a estar inquieta. Había un extraño contacto visual entre su madre y uno de los padrinos de su padre detrás de él. Era ese hombre extraño de nuevo.  

De repente, su madre rompió a llorar en el altar y empezó a gritar. Entonces su padre intervino y, de repente, sus padres empezaban a discutir en el altar de la boda antes de que el vídeo se cortara bruscamente. Conmocionado, Mark se preguntó qué había pasado. 

En Busca De Pistas

Mark recordaba muy bien a sus padres y este tipo de comportamiento era muy poco habitual en ellos. Tenía que averiguar qué había pasado, sobre todo porque nunca habían mencionado que algo así hubiera ocurrido el día de su boda. 

Empezó a buscar pistas. Intuyó que el hombre extraño era la causa de la tensión, pero no sabía por qué. Entonces cogió otra cinta y un escalofrío le recorrió la espalda. 

Otro Encuentro

Era un vídeo de nacimiento, fechado el 1 de octubre de 1986. Mark había nacido y descansaba dulcemente en los brazos de su madre, pero de pie en la habitación con su madre y su padre estaba de nuevo ese hombre. Esta vez, sin embargo, parecían ser una gran familia feliz. 

¿Eran amigos? ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué sentía que algo iba muy mal? Lo que vio a continuación hizo que sus recuerdos volvieran a inundar su mente como un torrente.

Engaños Y Mentiras

Cuando el hombre tendió los brazos para sujetarlo en el vídeo, vislumbró su reloj. Era el tipo de reloj en el que uno se fija. De aspecto caro, distinguido. Un reloj que decía a todos los que le rodeaban que era un hombre rico. Un hombre más poderoso que la mayoría. 

Observó cómo el hombre lo cogía en brazos para darle un beso en la frente, y se estremeció ante su apariencia taimada.

Recuerdos Recuperados

De repente, Mark se dio cuenta de que en algún lugar de su memoria había una caja de Pandora llena de encuentros olvidados con ese hombre. Y, lo más sorprendente es que había visto su rostro recientemente.

Puso en pausa el vídeo y lo estudió de nuevo, observando ahora su limpio traje y su pulcro corte de pelo. Realmente, tenía un aspecto inmaculado. Se comportaba de forma tan educada y respetuosa que nadie podría haber adivinado lo que hacía.

Tío Lejano

Para él, aquel hombre era su tío lejano, Gerald. Al menos, así lo llamaban sus padres. Era un hombre adinerado que solía venir a sus cumpleaños y otras ocasiones familiares. Siempre traía grandes regalos y una sonrisa de bienvenida. 

Había dejado de ir a los eventos familiares cuando Mark era pequeño, quizá a los cinco años, y Mark nunca supo por qué. ¿Qué le había pasado? ¿Y por qué Mark se sentía tan extraño al verlo?

Recordando 

La madre de Mark siempre evitaba hablar del “tío Gerald” cuando éste dejaba de venir. Recuerdó haber preguntado por él una vez, para encontrarse con una voz tenue que le decía que no volviera a preguntar por él. 

Mark siempre supo que no era tan amable y generoso como parecía. Y de repente, se dio cuenta. Sabía dónde había visto su cara antes.

Un Retrato Robot

Mark había visto recientemente un retrato robot del hombre en la televisión, en una reposición de un viejo programa de crímenes de los años 80. 

El hombre era un delincuente que operaba en la zona de San Francisco, vinculado a robos y a bandas organizadas. De repente, todo cobró sentido. El corazón de Mark se detuvo y se le cortó la respiración.

Necesitaba Explicaciones

A juzgar por el carácter de su madre, Mark conjeturó que debía de haberse enterado de lo que su tío hacía el mismo día de su boda y no pudo contener sus sentimientos, ni siquiera en el altar. 

Mark nunca supo a dónde fue su tío, así que buscó su nombre en Google. Descubrió que lo habían detenido años antes de que él naciera. Pero no habían podido retenerlo por mucho tiempo.

A La Fuga

El verdadero nombre del “tío Gerald” era James Kern, un hombre que llevaba huyendo de la policía desde 1977, cuando se escapó de un autobús de la prisión en Carolina del Norte. 

El convicto había esperado en la parte trasera del autobús hasta que éste se detuvo junto a un bosque antes de darse a la fuga. Finalmente, comenzó una nueva vida y se forjó una nueva identidad.

Un Atraco

El “tío Gerald” acababa de empezar su condena de 10 años por atracar bancos. Tras caer en una banda organizada en su juventud, se vio tentado a cometer delitos cada vez más graves con el paso del tiempo. 

Se dio la gran vida hasta que la policía lo atrapó y lo condenó. ¿Tenía este hombre algo que ver con la desaparición de su madre? El sudor goteaba de la frente de Mark mientras sacaba lentamente su teléfono y marcaba el 911.

La Entrega De Las Cintas

Mark entregó las cintas al FBI, aunque no sabía si la información que contenían les ayudaría a resolver el caso. 

Una extraña sensación le invadió al ver que todo lo que creía saber se volvía del revés. Su madre había desaparecido cuando él tenía nueve años, y eso era todo. Pero ahora tenía que enfrentarse a una sensación inquietante: ¿y si todo lo que sabía era mentira?  

El Misterio Crece

Era un vínculo tenue en el mejor de los casos, pero Mark estaba decidido a llegar al fondo del misterio. ¿Y si sus padres habían estado inextricablemente involucrados en la vida delictiva del “tío Gerald”? 

Buscando en Internet hasta altas horas de la noche, encontró informes de avistamientos del hombre que figuraba permanentemente en la lista de personas buscadas por el FBI, algunos tan recientes como la década de 1990.

New Identity

The FBI assumed that the man had taken a new identity before he’d appeared in Mark’s life, and had possibly had several aliases since. 

Did that mean that his mom could also be alive somewhere? Mark dared to imagine what it would be like meeting her again before his heart hardened. A tear rolled down his cheek. That would mean that she had abandoned him. Or maybe her disappearance was more sinister.

Lost Information

Was the man that Mark knew as Uncle Gerald involved? Had he done something unspeakable? And for what purpose? The only person who may hold some answers was Mark’s father, and now he was gone too. 

Mark hadn’t spoken to him much when he moved in with his grandparents, and their relationship had slowly fallen apart after that.

Reopening The Case

With this new detail that Mark had provided, James Kern’s case was reopened — as well as the case of Mark’s mother’s disappearance. The FBI used new technology to age their identikit sketches appropriately and sent out alerts across every state. 

There are at least 21,894 women missing in cases that have gone cold in the U.S. Even though these cases are cold, they can be reopened if new evidence is found. 

Missing Details

Mark’s father, Carl, had only discussed his wife’s disappearance with his son in the vaguest terms. After all, Mark was only nine at the time. 

He was told that his mother Sylvia had packed up and left on his parents’ 20th wedding anniversary, and that was all there was to it. The last time anyone saw her, she was happy, smiling, and surrounded by friends. But now, that made no sense.     

Witnesses

Around 100 people were gathered in the parish hall of the local church when Mark’s parents celebrated their milestone anniversary. 

“We were wrapping bottles in gold foil and decorating before the party, and Sylvia was pretending she was an opera singer,” said Sylvia’s cousin. “That was what she was always like. She loved people and goofing around.” But other witnesses painted a different picture.

Beneath The Surface

Sylvia’s sister, Janet, told the police what was going on behind the scenes that day. She said that several family members had heard “Uncle Gerald” and Carl threaten Sylvia’s life on several occasions. The police, however, were never notified – at Sylvia’s request. 

Janet explained that Carl had a drinking problem. During the years before their 20th anniversary, his drinking and behavior had gotten out of control.

That Night

Mark didn’t remember the anniversary. His parents had held the ceremony in the local church and had a wild party at their home afterward. Mark and the other children were sent to bed early so the adults could enjoy their drinking and dancing in peace. 

Mark went home with his grandparents in the early evening and spent the night at their home. And staying over at his grandparents wasn’t an uncommon occurrence. But there was something else that wasn’t adding up.

The Records

According to the police records, Sylvia had called her out-of-state brother, Matt, that night. She called him to come and pick her up after she and Carl had an argument after the party. But, by the time Matt arrived, she was already gone. 

“She told me he was threatening her,” Matt said. “She said to me, ‘If that happens, promise me you’ll take care of Mark.’ I told her, ‘Of course.’ And of course, I said, ‘Well, that’s not going to happen.'” Little did he know, he’d never see her again.      

Dead End

Investigators have not yet made any arrests or breakthroughs in relation to the mysterious man and Sylvia’s mysterious disappearance. 

And, according to a press release from a police spokesman, they’ve been unable to shed any light on the strange reopened case. “Police cannot speculate what happened to the woman,” it read. And then, another potential piece of evidence disappeared.

Unsolved

Six months after the new discovery was made, Mark put his parents’ property on the market. A few weeks later, it sold for under $400,000. 

At the moment, it’s unclear whether or not the new owners know the mysterious history of the home, or if there are more discoveries to be found within. And as time passes, it seems less and less likely that Mark will ever get to the bottom of his mother’s disappearance.

In order to protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events or places or persons, living or dead, are entirely coincidental.