Camarera Se Niega A Dar Caja De Comida Para Llevar A Una Madre, Hasta Que Ésta Ve Lo Que Está Mirando

Tú No Te Vas De Aquí

Justo cuando pensaba que por fin podrían disfrutar de una agradable comida en un restaurante, su hija pequeña cogió una rabieta y la avergonzó delante de todo el mundo.

Pero lo que debería haber sido una simple petición de una caja para llevar acabó convirtiéndose en un post viral en Facebook. ¿Cómo iban a decir “no” a una madre soltera en apuros?

Una Decisión Difícil

Courtney Pedigo no sabía qué hacer. Por un lado, sentía que ella y su familia se merecían una noche libre, pero por otro temía cómo se comportaría su hija pequeña.

En lugar de ser pesimista, decidió ir a Olive Garden a pasar la noche, pero nunca imaginó que el restaurante la trataría así a ella y a su hija.

Inesperado

La maternidad siempre había estado en los planes de Courtney. Siempre había adorado a sus sobrinas, sobrinos y primos pequeños. 

Pero lo mejor de los bebés era devolvérselos a sus madres cuando empezaban una rabieta. Le encantaban, pero aún no estaba dispuesta a renunciar a su libertad. Entonces, ocurrió lo inesperado.

Harlynn

Harlynn nació pesando 2,5 kilos. Desde el momento en que Courtney vio a su pequeña, supo que estaba destinada a ser madre. Sabía que, le pusiera lo que le pusiera la vida por delante, le iría bien. 

No necesitaba un príncipe azul. Lo único que necesitaba era a su hija. Los primeros meses fueron más duros de lo esperado. Courtney se ponía nerviosa cuando perdía de vista a Harlynn. Pero a medida que pasaba el tiempo, empezó a darse cuenta de que necesitaba pasar tiempo con las otras personas de su vida.

Un Restaurante Muy Concurrido

Cuando Courtney llegó al restaurante de Greensboro, una localidad de Carolina del Norte, con su padre, su madrastra y algunos amigos de sus padres, Harlynn, de 18 meses, ya estaba muy inquieta.

Pero, ¿no se merecía Courtney llevar una vida normal sin miedo a que su hija montara una escena? Con valentía, entró en el restaurante y fue recibida por una camarera, que ya estaba ocupada atendiendo a otros comensales. No esperaba que su tranquila noche acabara con tanto alboroto. Y definitivamente no pensó que tendría un encontronazo con una empleada.

Chillidos

En cuanto sentaron a Harlynn en su trona, empezaron los gritos. Los demás comensales hicieron gestos de fastidio mientras intentaban terminar sus entrantes, mientras que la rabieta de la niña hizo que Courtney se sonrojara.

No quería comer. No quería sentarse. Courtney estaba dispuesta a rendirse e irse a casa. La sufrida mamá se acercó a una camarera para pedirle que envolviera la comida para llevar, pero fue difícil con un restaurante lleno compitiendo por su atención.

Una Petición Sencilla

Finalmente, Courtney pudo establecer contacto visual con la atareada camarera y le pidió que le envolviera la comida para llevar, porque entendía que Harlynn estaba arruinando la velada de los demás.

Pero lo que parecía una simple petición para que pudieran marcharse rápidamente se encontró con una respuesta que Courtney no esperaba. Cómo podía decirle eso a ella?

No

“No”, dijo la camarera, negándole rotundamente a la estresada madre la comida por la que había pagado.

Courtney entendía que el restaurante estaba lleno y que podía tardar un poco en atenderla, pero que le dijeran “no” de esa manera en una cadena de restaurantes tan popular era un verdadero shock. “Vas a ir a sentarte y a disfrutar de tu cena”, añadió la camarera.

Hambre

Courtney había pensado que, como mínimo, la familia podría comer junta en el coche y, si Harlynn seguía comportándose como hasta entonces, al menos no molestarían a los demás comensales.

Pero sin la comida, pasarían hambre. No podía ser mucha molestia para la camarera empaquetar rápidamente la comida para ella.

¿Me Voy Sin Más?

Courtney volvió a sentarse a la mesa. Era consciente de que, al traer a una niña gritona a un restaurante lleno de gente, había hecho la velada un poco menos agradable a los demás comensales.

Pero seguro que tenía derecho a unas cuantas cajas para llevarse la comida a casa. Quizá debería hablar con el encargado, pero ¿realmente quería quedarse más tiempo en el restaurante?

Rabieta

En ese momento, Harlynn empezó a golpear la mesa con los talones. Courtney sabía que algo terrible estaba a punto de suceder. Su rostro se sonrojó de mortificación cuando los demás comensales empezaron a quejarse. Era demasiado consciente de que todas las miradas estaban fijas en el espectáculo que estaba dando su hija. 

Pero ahora también se estaba enfadando. No era la primera vez que había soportado un servicio terrible por tener una hija revoltosa, pero esto ya era demasiado.

No Podía Irse

Pero antes de que pudiera decidir qué hacer a continuación, la camarera por fin se acercó a la mesa. Courtney pensó que podría haber cambiado de opinión y se había acercado a la mesa para recoger sus platos y llevarles la comida.

Pero la camarera volvió a negarles una caja para llevar para que pudieran calmar al bebé. Y la agotada mamá empezaba a estar peligrosamente harta de que la trataran tan groseramente. 

“Siéntate”

Sin pestañear, Nianni Rudder, de 24 años, reafirmó: “Vas a ir a sentarte y a disfrutar de tu cena”. Courtney abrió los ojos con incredulidad. ¿La camarera se negaba a ayudarla? Esto era completamente inaceptable.

Con el chillido de Harlynn raspándole los nervios, abrió la boca para decirle a la camarera lo que pensaba. Pero la camarera se limitó a marcharse.

¿Qué?

Courtney se quedó perpleja. ¿Qué le pasaba? ¿Había hecho algo malo? ¿Esa camarera tenía algo contra ella? ¿La conocía?

Todas estas preguntas se amontonaban en su mente. Ni siquiera sabía qué hacer ahora. ¿Debería salir del restaurante? ¿Hablar con otra camarera? Y de repente, la camarera que se había negado a ayudar a Courtney volvió. Llevaba algo con ella, pero no era una bolsa.

¿Qué Era?

Era la comida que había pedido y un helado. Pero Courtney seguía confusa: ¿por qué se había negado a darle la bolsa para llevar?

La camarera tendría tiempo de aclarar sus razones a la madre soltera. Le sirvió la comida y se sentó a su mesa. Resultó que las dos mujeres tenían mucho más en común de lo que se podría pensar, y tuvieron mucho de qué hablar.

Palabras De La Camarera

“¡Vas a ir a sentarte y a disfrutar de tu cena y yo estaré allí para sentarme con ella!”. le dijo Nianni a la agotada madre. Courtney se quedó sin palabras. Si Harlynn no se sentaba aunque se lo pidiera su madre, difícilmente iba a hacerlo por una completa desconocida.

Courtney quería salir de allí cuanto antes. Estaba harta de que la gente la mirara y cuchicheara. Pero Harlynn estaba encantada. Estaba sentada riéndose con Nianni. Courtney no podía creer lo que estaba viendo.

Era Como Si Se Conocieran

Parecía que la pequeña Harlynn y la camarera eran amigas desde siempre. Courtney se asombró de lo fácilmente que la había calmado la presencia de la camarera. 

Courtney se alegró de no tener que ir a su coche para comer. Pero seguía preguntándose cuál podría ser el motivo del generoso gesto de la camarera.

¿Por Qué?

La respuesta a esta pregunta era más sencilla de lo que cabría pensar: la camarera, de 22 años, se daba cuenta de que Harlynn no se encontraba demasiado bien y Courtney estaba bastante estresada. 

Se compadeció de la situación de la madre soltera, ya que ella también lo era. Las dos mujeres estuvieron un rato hablando de las dificultades de la maternidad, pero también de sus alegrías. 

Historias

Courtney y Nianni hablaron de los retos a los que se enfrentan las madres solteras cuando crían solas a sus hijos. Nianni le contó a Courtney que ella misma fue criada por una madre soltera y su padre no había formado parte de su vida. Y, por desgracia, su madre había fallecido hacía sólo dos años.

“Sólo soy una estudiante universitaria sin padres que intenta llegar a fin de mes”, dijo Nianni. “Fue genial tener tiempo para sentarme y hablar con [Courtney]”.

Grandes Sueños

Nianni también le contó a Courtney que llevaba unos dos años trabajando en Olive Garden: tuvo que conseguir un trabajo fijo después de que su madre muriera de cáncer. 

Aunque hace todos los turnos que puede, también estudia en el Durhan Technical Community College y está estudiando para obtener un título universitario. Aspira a llegar a ser anestesista.

Similarities

Courtney told Nianni that she had also worked as a waitress, so she understood how difficult it must have been for the waitress to take the time to help her out. After chatting and entertaining Harlynn until Courtney had finished her meal, Niannai finally left the table to go and get the check. 

When she came back, the two women embraced each other wholeheartedly. But after Courtney left, Niannai noticed that she had something in her apron’s pocket.

What Could It Be?

She had taken her apron off to sit down with Courtney and Harlynn, and it had stayed there while she went for the check. And aside from the meal’s price on the table, Courtney had left a $50 note in Niannai’s pocket as a tip!

Niannai’s gesture meant a lot to Courtney, and she wanted to show her appreciation somehow within her limited means. This story is a prime example of solidarity and how each of us can do something to make others’ lives better – that’s why Courtney had to share it.

Touched

“I actually got to eat my food while it was still hot!” exclaimed Courtney in a now-viral Facebook post. And that’s not all she had to say.

“[Nianni] is just an awesome person,” Courtney said. “I was just in complete shock because nothing had ever happened to me like that. I just wanted to shine some light on the person she is.” How could someone who is already under so much stress from rush hour take the time to sit with her baby girl?

Experience

Nianni is no stranger to the mood swings of young children. Her niece has just graduated from the terrible twos and has now been accepted into the terrifying threes.

She knows how irritable children can get when they’re hungry, tired, grumpy, sad, happy, afraid, or confused. Her shift was nearly over anyway. And there was plenty of other staff on to help bustle tables. But what would her manager think of her taking a break?

“You’re Family”

Apparently, Nianni’s managers are more than understanding. “My managers are great,” Nianni explained.

“Our motto at Olive Garden is, ‘When you’re here, you’re family.’ If that’s all I had to do was sit down and take a couple of moments to help this young lady with her baby, I’d do it every day if I could.” And Nianni’s efforts haven’t gone unnoticed.

Facebook Post

Courtney was so touched by Nianni’s gesture that she dedicated a Facebook post to the server and her kindness – accompanied by a sweet photo of Rudder feeding Harlynn ice cream.

And after outlining the incident, Courtney went on to give Niannni considerable praise for her actions.

Praises

Courtney’s post on Facebook has gained thousands of likes and comments. The online community has raved about Nianni’s kind gesture.

Mothers, sisters, and aunts have shared their appreciation for understanding a mother’s plight. But was everyone in the restaurant that night as understanding?

Thankful

“Girl, you will never truly know how appreciative I am for tonight,” gushed Courtney of her experience. 

“I seriously admire you. Not only because you took the time to bribe my bratty little human with sweets so I could eat but because you are so so strong!” But as far as Nianni is concerned, she was just doing her job.

True Compassion

Nianni, who has a three-year-old niece, understood what Courtney was going through and felt like she deserved to stay where she was.

She knew raising a child wasn’t easy – especially when there was no father in the picture. She knew this because her own mom had raised her all alone. She understood exactly what the stranger was going through. 

It Takes A Village

The old adage “it takes a village to raise a child” is one that still rings true – even if we’ve moved away from that concept in modern society. 

Single moms, in particular, need all the help they can get. Next time you see a mom struggling with her child, instead of getting annoyed, see if you can help out. Nianni’s help meant the world to Courtney!  

Disclaimer: To protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events, places, or persons, living or dead, are entirely coincidental.