2 Años Después De La Desaparición De Su Madre, Un Hombre Recibe La Llamada De Un Excursionista En Florida

Una Llamada

Miles McCarthy recibió una llamada de un excursionista de Florida que tropezó con unos bultos en un árbol del bosque. Habían pasado dos años desde que su madre desapareció sin dejar rastro.

Algo en su interior le instó a investigar. Al acercarse al lugar, se dio cuenta de que los bultos del árbol eran una pista que podía desvelar el misterio de la desaparición de su madre.

Miles sabía que no podía dejar escapar esta oportunidad.

El Rastro Oscuro

Los latidos de su corazón retumbaban en sus oídos mientras seguía al excursionista adentrándose en el bosque.

Aunque soplaba un viento frío, como acababa de llover, su frente y su cuello goteaban sudor.

Las hojas mojadas chirriaban bajo sus frenéticos pasos. Tras dos años de búsqueda, por fin estaba en el precipicio de la verdad. Si tan sólo supiera lo que le esperaba al final de aquel oscuro sendero.

A Una Llamada De Distancia

Había sido un mes difícil para Miles McCarthy, que, como muchos veinteañeros, intentaba encontrar su lugar en la vida.

Tras dos años angustiosos, plagados de pesadillas y frecuentes visitas al terapeuta, por fin había llegado a un punto en el que podía empezar de nuevo.

Hasta que recibió la llamada aquella fatídica noche.

Un Buen Comienzo

Miles siempre había sido un chico tranquilo. Hijo único en un hogar lleno de amor, sus padres se aseguraron de que no le faltara de nada.

Tenía todos los juguetes y libros que deseaba y disfrutaba de muchas visitas a parques temáticos con los que la mayoría sólo sueña.

Pero más que cualquier regalo material o viaje, Miles contaba con el amor eterno de sus cariñosos padres. No tenía ni idea de que el terrible final se cernía sobre él.

El Sueño

Vivir en Florida era una de las mejores cosas en la vida de Mile. Adoraba la playa y los bosques, las mañanas luminosas y las tardes lluviosas.

El instituto al que asistía era perfecto, ya que era uno de los mejores estudiantes a nivel académico y deportivo.

Estaba viviendo un sueño, sin saber que todo estaba a punto de venirse abajo.

Sucede

Miles tenía dieciocho años cuando su mundo se puso patas arriba. Su madre, una célebre botánica que también era su mejor amiga, sufrió un ataque al corazón.

Él y su padre la llevaron a urgencias con la esperanza de que sobreviviera.

Al cabo de unas horas, el médico llegó con sus conclusiones. La madre de Mile tenía diabetes y su hipertensión había provocado el infarto. El médico le prometió que se pondría bien. No sabía que su recuperación acabaría con su desaparición.

Una Nueva Faceta De Ella

Miles recordaba cómo su vida cambió de repente.

Su madre, que siempre había sido un rayo de sol, de repente era diferente.

Se quedaba encerrada en su habitación durante horas, y sólo salía para comer, ir al baño o darle un beso de buenas noches. Pero eso sólo era la primera mitad de las pesadillas de Mile.

Una Nueva Dinámica

Su padre intentó por todos los medios que volviera a ser la de antes. Pero parecía que el diagnóstico del médico había cambiado por completo quién era ella.

A su vez, el padre de Miles se volvió obsesivo con su situación, dejando a Miles a su suerte a pesar de ser sólo un adolescente.

No pasó mucho tiempo antes de que se sintiera solo en una casa llena de gente.

Una Herida Más Profunda

Miles pensaba que su familia podría solucionar lo que estuviera pasando. Siempre habían tenido sus problemas, pero ninguno les había dividido tanto como éste.

De repente, su padre denunció la desaparición de su madre.

Miles podía recordarlo llamando esa noche, explicando que nadie la había visto en tres días. Pero el terrible final aún no había llegado.

¿Cómo Puedes Ser Tan Cruel?

Lo que siguió fueron dos años de búsqueda que quedaron en nada. Cada uno de esos meses fue agotador para Miles, que no podía entender por qué una persona haría daño a una mujer enferma.

Las autoridades afirmaron que su madre había sido vista por última vez montando en bicicleta por el bosque local, algo que le encantaba hacer.

Prometieron darlo todo en el caso. Pero sus promesas pronto se quedarían cortas.

Rastreando El Bosque

Las autoridades del condado no pudieron dar ningún paso significativo para encontrar a la madre de Miles.

Su rastro se había perdido en algún lugar del laberíntico bosque.

Enviaron varios grupos de búsqueda equipados con unidades K9 y helicópteros. Incluso aceptaron voluntarios civiles para echar una mano. Pero su búsqueda no llegaría a nada.

Frío Como El Hielo

Las autoridades consideraron que se trataba de un caso frío.

Nadie entendía cómo una mujer de mediana edad podía perderse en una zona del bosque que conocía bien. Nada en el caso tenía sentido.

Las autoridades instaron a Miles y a su padre a continuar con sus vidas, prometiendo que abrirían el caso si surgía algo.

Seguir Adelante

Durante dos años no pasó nada. Miles y su padre cambiaron de estado para empezar de cero. Aunque les rompió el corazón, pusieron su casa en venta y siguieron adelante.

Miles se sometió a varias sesiones de terapia para superarlo todo.

Con el tiempo, pudo volver a centrarse en su vida. Pero mientras cursaba el segundo año, recibió una llamada que cambiaría su vida para siempre.

Tim

La persona que llamó, un excursionista de veinticuatro años llamado Tim, había estado frecuentando la región del bosque donde se perdió el rastro de la madre de Miles.

Después de perder a su propia madre en el mismo bosque cinco años antes, no podía soportar la idea de que otro adolescente pasara por lo mismo que él.

Miles no se creería lo que le tenía preparado.

Lo Que Encontró

La información que Tim dio a Miles sonó extraña al principio.

Mientras caminaba por el bosque, el excursionista tropezó con un árbol que al principio parecía normal.

Estaba en lo más profundo del bosque, más de lo que había estado nunca, y no creía que fuera a encontrar algo así en ese lugar. Mirando el árbol, estaba claro que contenía la clave para encontrar a la madre de Mile.

De Vuelta A Casa

Tim estudió el árbol de cerca y se quedó boquiabierto cuando confirmó sus teorías. Le hizo unas cuantas fotos y se fue corriendo a casa, dispuesto a destapar el caso.

El primer lugar al que acudió fue a la comisaría local para denunciar el asunto.

Pero los agentes no le dieron mucha importancia. Al fin y al cabo, ¿cómo iba a resolver una especie arbórea un caso que llevaba dos años congelado?

Al Norte

Viendo que aquí necesitaría ayuda más inmediata, Tim se dirigió a la antigua casa de los McCarthy. Sabía que se habían mudado, pero tenía que averiguar adónde. Uno de sus vecinos podría ayudarle a ponerse en contacto con ellos.

Pudo hablar con su vecina más cercana, una maravillosa mujer de ochenta años que le dijo que los McCarthy se habían trasladado al norte.

Aunque no sabía dónde exactamente, le pareció que estaban en Nueva York o Pensilvania. Tim estaba consternado.

A Través De Las Fronteras Estatales

Tim pensaba que los McCarthy habían cambiado de ciudad o de condado.

Cuando se enteró de que habían cruzado varios estados, la esperanza que una vez tuvo se desvaneció.

Volvió a casa para evaluarlo todo. Si estaba en lo cierto, el árbol le ayudaría a aclarar las cosas. Lo que vendría después exigiría mucho tiempo y recursos. ¿Valdría la pena?

La Búsqueda

Tim quería salvar a Miles de lo que había pasado. Esperaba darle una mejor oportunidad en la vida gracias al cierre que encontraría dentro de aquel bosque.

Lo que había encontrado en el bosque era alucinante. El árbol en cuestión no era autóctono de la región, lo que significaba que alguien lo había plantado allí.

Tim esperaba que esa persona fuera la madre de Mile o, al menos, alguien que pudiera conducirles hasta ella.

Que Comience La Búsqueda

Tim se lanzó a las redes sociales y buscó a todos los Miles McCarthy que pudo.

Como no conocía a Miles personalmente, buscó adolescentes de su ciudad que lo conocieran y cruzó las fotos en busca de una posible coincidencia.

Tardó un poco en localizar a Miles en Facebook. Tras horas de darle vueltas, le envió un mensaje al veinteañero.

The Message

Tim paced about as he waited for Miles to open the message. He knew what he was doing was dangerous, opening old wounds like this.

But he was already in too deep and would do anything to help Miles not undergo what he did.

He watched with bated breath as Miles opened the message. But no reply came. With frustration welling within, he decided to do the unexpected.

He’s Tired Of It

Tim hit the call button on the Messenger tab, and Miles picked up. The first thing the twenty-year-old did was call Tim out for making fun of his situation.

He shared that different people sent him monthly messages mocking him about his mom.

But Tim assured him he wasn’t in that category. In fact, he’d found something that might breathe life into the cold case.

The Feelings Return

Miles’ heart thumped within him. Those age-long bitter feelings that therapy had helped him fight flooded his veins with a vengeance.

There was fear, pain, anxiety, helplessness, and crippling desperation that the truth would come out.

When Tim asked him if he was willing to fly down to Florida to search out the forest with him, Miles didn’t hesitate.

Into The Forest

With their camping and trekking gear in tow, the two slogged the muddy forest trail for hours and in the pounding Florida rain. Miles had never been this determined to find something in his life.

He didn’t even tell his dad the truth about his Florida trip.

He only told him he was visiting some old high school friends he hadn’t seen since their move two years prior. His lies were about to land him in serious trouble.

Going Deeper

Miles and Tim cut through the thick forest, going up and down the hilly terrain.

Miles explained how the police had scoured this area all those months past and asked Tim why he was so confident that a tree would lead them to the truth.

Tim only smiled and said, “You’ll see for yourself.” Miles believed him because he seemed confident and well-versed in the area. He had no clue what awaited him at the end of the dark trail.

Into The Valley

The path turned down a steep slope, leading Miles and Tim into the forest’s valley, a seemingly endless green leafy basin.

The sun was hanging low in the sky now, dark orange and hidden behind dissipating storm clouds.

On their walk, Tim shared how the forest had claimed his mom, saying he understood precisely what Miles was going through. But was his mom’s case ever solved?

The Whole Truth

With a sad smile, he explained that it took the authorities five years to finally close the case. They found Tim’s mom’s body within the untamed growth.

It was even more painful that the body was about six months old despite Tim’s mom having been lost for five years.

The authorities theorized that she must’ve survived for four and half years, searching for a way home but passed away due to hunger, thirst, or the elements. But like Mile’s mom’s case, nothing seemed to make sense.

Peas In A Pod

Listening to Tim’s story made Miles realize he wasn’t alone. But he was also crushed by the revelation.

Tim’s mom didn’t make it back home. Miles, of all people, understood how painful that was.

Wiping away a tear, he hastened his pace. All he needed now was some peace of mind. The only way he’d achieve that was by reaching this mysterious tree Miles wanted him to see.

I Can’t Stop Now

The two men cut through countless trees into the heart of the valley. The sun had fully set now, and they had to use their flashlights to traverse the terrain.

Tim suggested they find elevated ground compared to their surroundings to pitch their camp. But Miles’ anxiety and need to get to the truth wouldn’t allow him to rest for ten minutes.

He was so close to the truth he could almost taste it.

The Clearing

“We continue,” he said enthusiastically, walking on even as Tim warned against trekking at night. “The forest is dangerous at nighttime,” he said, but Miles didn’t seem to care.

Seeing this as a losing battle, Tim continued with the trek.

It was only a short time before they came to a clearing. He placed a hand on Miles’ shoulder, stopping him.

The Tree

“We’re here,” Tim said and flashed his light at the center of the clearing.

Before them, there gleamed the wet leaves of the tree in question. It was younger than the growth around, tamer.

One look at it and Miles knew precisely what Tim had meant by “You’ll see for yourself.” He ate back a cry, his stomach heating. Only one thing could explain what he was looking at.

Who Planted It?

“This tree isn’t indigenous to this place,” Miles croaked, and Tim exclaimed a loud “Yes!” He stepped closer and added, “Someone planted it, and recently too.” He pointed around the circular clearing. “All of this, someone cleared all of this.”

“It must’ve been my mom,” Miles wanted to say, remembering his mother was a botanist with an undying love for plant life.

But his words turned to ice on his tongue when a figure materialized from the darkness. “Mom?” he stammered.

A Needed Reunion

The woman emerged from the forest’s darkness, locking eyes with Miles.

Her hair was a mated mess in loose braids, and her clothes were a bit dated. But she wasn’t covered in dirt or scratches.

She seemed in control in a situation where many would have lost their minds a long while ago. “Miles?” she called, and Miles’ heart almost burst in his chest.

More Questions

He tore forward, hugging the woman tightly. It was his mom, and he couldn’t believe he’d found her.

But when another door closes, another opens. Finding his mom alive could only mean one of two things.

She’d either run away from home, not wanting anything to do with Miles and his dad or had truly been lost and couldn’t find a way home.

Cross That Bridge When You Get To It

Miles knew he needed to get to the root of the matter. But after two years without his mom, he figured he could let the questions rest for a night.

He felt alive now that he’d found his mom. All those months of pure torture could burn in hell now.

He had no idea that his world was about to turn upside down.

A Dangerous Place

“It’s dangerous out here,” Miles’ mom said, beckoning Tim closer. “I saw your flashlights and thought you were lost hikers.

People rarely come this deep into the forest for a good reason. It’s easy to lose your way, fall into some pit, or worse, end up as some animal’s dinner.”

Tim swallowed a lump of air, making the woman chuckle. “But it’s okay now. We are safe.” Taking Miles’ hand, she asked if they wanted to go to her place.

Her Home

Miles and Tim followed Mrs. McCarthy through the dark, twisted trees. The ground was still covered in mud. The sound of swaying trees, bird and cricket chirps, and frog croaks blanketed the whole area.

The woman led them to another clearing. It was well-lit, with a log cabin in its middle.

The place seemed cozy enough, with a garden toward one side and a hide rack on the other. But that wasn’t all.

More Questions Arise

There was a bench beside the garden, seemingly for studying, a fireplace that Miles’ mom had covered with black plastic paper, and a single lantern lighting the whole place.

This place didn’t look like a shelter for someone trying to survive after getting lost in a forest. It was the home of someone trying to keep a low profile.

“Shoes,” Mrs. McCarthy pointed before motioning Miles into the cabin. He didn’t know what he’d expected to find, but his mouth fell open.

A Nice Place

The interior was warm and welcoming. A thick rag carpeted the floor, two chairs and a table marked the dining area, an entire couch, a fireplace, and a coffee table marked the living room, and a kitchen stood in the farthest corner of the cabin.

Two rooms were hidden behind two separate doors. “Welcome home,” Miles’ mom said, walking to the kitchen.

All this should have answered the questions racing in Miles’ head, but they only added more mystery to an already weird situation.

Home Away From Home

“Nice place, mom,” he said, fighting the urge to follow her into the kitchen as he usually did when younger.

“Thank you,” his mom replied from across the cabin.

“It belonged to a friend of mine. D’you like it?” “I do. It’s warm and dry – everything you’d want in a cabin, in my humble opinion. A home away from home.” His mom turned around at that.

The Big Question

“Why did you leave us,” Miles asked, the relief he’d felt earlier suddenly warped into pain.

“We thought you were dead, mom.” Tears tinged his eyes, and seeing this, Tim excused himself, stepping outside.

Miles’ mom, who had been emptying a can of meatloaf into a saucepan, placed everything she was doing aside and leaned against the kitchen counter.

You Couldn’t Take Us?

She folded her hands above her chest, her smile and the enthusiasm in her eyes fading away.

“I had to,” she said in a low tone as if reminding herself.

“I would’ve died if I stayed, Miles. I needed to get away.” “And you couldn’t take us?” Miles barked with quivering lips. “We spent months searching, mourning. Why?”

Telling Him The Truth

His mom walked toward him, sitting him on one of the dining chairs. “You’re a grown man now. And you have no idea how happy I am to see you. But I’ll level with you.

Your dad and I had a falling out when you were young.” She ran a hand along a scar on her arm.

“We might’ve seemed like a happy couple, but we weren’t. I would have died if I stayed,” she said, but Miles wasn’t hearing it.

Eighteen Months Of Happiness

“Lies,” he whimpered. “You two were happy. I know because I was there. I remember it all, mom.” “You only remember the things we want you to remember. A happy childhood.”

“Happy?” Miles scoffed. “Tell that to the therapist I’ve been seeing for eighteen months!”

“Don’t use that tone with me, young man,” his mom snarled, and he found himself sinking into himself.

Pain And Disappointments

“Not everything is bright and beautiful,” Miles’ mom said. “The real world is full of pain and disappointments. I wanted to protect you from that. I didn’t want a son who grew up hating his father. Or mother.”

She reached for Miles’ hand and said, “Some days I wished I could tell you everything, let you in on what I was planning. I spent weeks thinking about bringing you along.

But I couldn’t do that to you. Not when you had your entire life in front for you.” She sat down as well. “As I said, you’re grown now. So, I’ll level with you. If you want, I can tell you everything.”

 

Disclaimer: To protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events, places, or persons, living or dead, are entirely coincidental.