Niña Enseña A Cajera Por Qué Los Niños Nacen Sin Prejuicios

De Compras

Su hija había pasado veinte minutos en el pasillo de los juguetes buscando la muñeca perfecta. Ella, por su parte, no podía estar más orgullosa de lo que había conseguido a una edad tan temprana; aprender a ir al baño a los dos años no era ninguna tontería. 

Estrujó la muñeca elegida contra su pecho mientras se dirigían a la caja registradora. La cajera le preguntó por qué se había decidido por esa muñeca en particular. Su respuesta dejó sin palabras a su propia madre. 

Una Niña Brillante

Nick y Brandi Benner eran una joven pareja que vivía en Carolina del Sur con su hija Sophia. Sophia era una niña brillante a pesar de tener sólo dos años, y sus padres no podían estar más orgullosos. 

Cuando consiguió dominar el uso del orinal, Brandi decidió llevarla al supermercado más cercano para comprar un regalo. No tenía ni idea de cuánto iba a cambiar Sophia su perspectiva de la vida. 

Orgullo

Para Brandi, tener a Sophia fue lo mejor que le había pasado en la vida. Su hija era inteligente y amable, y tenía una sonrisa que podría derretir cualquier iceberg del mundo. 

Sophia había hecho que Brandi se sintiera orgullosa en todo momento, ya fuera mientras jugaba, aprendía o incluso en actividades cotidianas como comer y dormir. Lo que Sophia diría dentro de ese supermercado haría saltar todo aquello por los aires. 

La Hazaña Que Lo Inició Todo

Brandi y Nick habían pasado dos meses enseñando a la pequeña Sophia a ir al baño. Como era de esperar, a Sophia se le dio de maravilla pasar a esta nueva etapa de su vida. 

Al final del segundo mes, ya usaba el baño sola. Como regalo por tan notable hazaña, sus padres le dieron la opción de elegir algo que le gustara como regalo. La elección de Sophia sería el inicio de esta historia.

La Tienda

Brandi y Sophia salieron a media mañana hacia la tienda. Como el día aún era joven, Brandi estaba dispuesta a dejar que Sophia recorriera los pasillos de juguetes a su antojo.

Entraron en la tienda, que acababa de llenar sus estanterías con un nuevo lote de muñecas. Brandi sabía que estarían allí un rato.

El Paraíso Para Una Niña

La cara de Sophia se iluminó cuando su mirada se posó en el aparentemente interminable pasillo lleno de muñecas. Un sinfín de marcas la rodeaban, desde preciosas muñecas vestidas de princesa hasta gigantescos conejitos de peluche y osos de peluche.

“¿Necesitas ayuda para buscar?” preguntó Brandi, pensando en lo abrumador que debía parecer todo aquello. Pero la pequeña Sophia hizo lo impensable. 

Una Ocasión Memorable

“No, gracias, mamá”, dijo Sophia con dulzura y con la más hermosa sonrisa en su rostro. Dio su primer paso hacia el pasillo y Brandi supo que todo iría bien.

Sophia miró durante un rato, escudriñando cada muñeca con la agudeza de un halcón. Parecía haber comprendido el carácter trascendental de la ocasión. Al cabo de veinte minutos, miró a Brandi y su sonrisa se amplió. Había encontrado lo que buscaba.  

Una Bonita Muñeca

Sophia tenía en sus manos una preciosa muñeca de médico. Le alisó el pelo y le besó la frente. “Es bonita, ¿verdad, mamá?”, preguntó. 

Brandi respondió a la pregunta de su hija con una sonrisa entusiasta. Por supuesto, Sophia elegiría a un médico. Durante el último año, había mostrado bastante interés por todo lo que tuviera que ver con los médicos. Incluso sabía lo que era un estetoscopio.  

Hacia La Caja

Al ver la alegría en los ojos de su hija, Brandi la cogió de la mano y la llevó a la caja registradora. Sophia irradiaba alegría mientras se apresuraban a recorrer los numerosos pasillos. Parecía ansiosa por jugar con su nueva muñeca. 

Llegaron a la caja registradora con la intención de pasar por caja. Pero lo que se suponía que iba a ser un proceso rápido terminó siendo una experiencia increíble para Brandi y Sophia. 

La Pregunta De La Cajera 

Brandi y Sophia esperaron en la cola durante unos minutos antes de llegar a la caja. Sophia colocó con gusto su muñeca sobre el mostrador, esperando a que la encantadora señora les cobrara. 

Al recoger la muñeca, la cajera le preguntó a Sophia si iba a un cumpleaños, a lo que la niña negó con la cabeza. Lo que la cajera preguntó a continuación hizo que Brandi se quedara con la boca abierta.

La Elección De Sophia

“¿Lo has cogido para un amiguito?”, le preguntó la cajera, y Brandi tuvo que decirle que la muñeca era un regalo para Sophia desde que había aprendido a ir al baño. 

La cajera jadeó e intentó ocultar su sorpresa. Se dirigió a Sophia y le preguntó: “¿Estás segura de que es la muñeca que quieres, cariño?”. Cuando Sophia asintió con entusiasmo, la cajera dijo: “Tenemos muchas otras muñecas que se parecen a ti”. Pero, ¿cuál era su problema con la elección de Sophia?

Su Respuesta

El comentario de la cajera parecía referirse al color de la piel de la muñeca, que Brandi captó rápidamente. Estaba a punto de decir lo que pensaba cuando Sophia empezó a hablar.

“Sí, estoy segura”, respondió Sophia. “Es médico y yo también soy médico. Y yo soy una niña guapa, y ella es una niña guapa. ¿Ves su pelo? ¿Y ves su estetoscopio?”

Una Niña Única

“Qué bien”, dijo la cajera, con la cara como un tomate. Embolsó todo para Brandi y Sophia y les deseó un buen día.  

Brandi salió de la tienda con la mandíbula desencajada. Había estado dispuesta a poner a la cajera en su sitio, sin saber que Sophia lo tenía todo controlado. Aunque no podía estar más orgullosa, sabía que no podía dejarlo pasar tan fácilmente. 

Estaba Enfadada

Después de salir de la tienda, Brandi seguía frustrada por la ignorancia de la cajera. Una parte de ella quería poner una reclamación, pero se preguntaba si eso era demasiado extremo. 

Siempre había educado a Sophia para que no discriminara entre colores, tal y como la habían educado a ella. Sabiendo que este tipo de incidentes no eran tan inocuos como podían parecer, Brandi se dio cuenta de que tenía que hacer algo. 

En Alza 

Brandi siempre estaba al tanto de la actualidad. Sabía que algo así era síntoma de un problema más importante. 

No era un incidente extremo, pero Brandi sabía que si no se abordaban más incidentes menores como éste, podrían convertirse rápidamente en un caldo de cultivo para actitudes peores. Decidida, Brandi decidió comprobar si su enfado estaba justificado o no.

Qué Hacer

Brandi estaba un poco preocupada por si estaba sacando las cosas de quicio. La cajera estaba claramente equivocada. Mientras conducía a casa con Sophia, su pequeña seguía radiante de alegría por su nueva muñeca.

Observando a la niña con el rabillo del ojo, mantuvo ocultas sus emociones. Estaba muy orgullosa de ella, pero también era consciente de que era muy pequeña. ¿Merecerá la pena?

Todavía No Estaba Segura

Durante todo el trayecto de vuelta a casa, la mente de Brandi se vio consumida por los acontecimientos de aquel día. Una parte de ella quería que se hiciera justicia, mientras que otra quería olvidar toda la experiencia y seguir adelante. 

Al fin y al cabo, Sophia había resuelto el problema por sí misma, y de forma brillante. Pero al pensar en la mirada engreída de la cajera, el resentimiento volvió a aflorar en su interior.  

La Escena En Casa

Al llegar a casa, Brandi se ocupó de sus otras tareas del día. Sophia no perdió tiempo en sacar su nueva muñeca y añadirla a su colección. Su inocencia era enternecedora.

Al poco tiempo, Brandi oyó que un coche se detenía y supo que su marido estaba en casa. Se preguntó cómo reaccionaría cuando se enterara de la noticia. 

Cómo Decírselo A Nick

Cuando entró y vio a Sophia, el orgullo y la felicidad brillaron en sus ojos como siempre. La pareja compartía un vínculo especial. Al ver la nueva muñeca, Nick se alegró mucho de que Sophia hubiera elegido una médico.

Se sentó y jugó con ella. Al cabo de un rato, llamó la atención de Brandi, que le indicó que se reuniera con ella en la cocina. Una vez allí, sintiéndose un poco ansiosa, Brandi le contó todo. 

La Reacción De Nick

Nick permaneció con la cara de piedra mientras Brandi le explicaba los acontecimientos del día. Mientras escuchaba, sus emociones oscilaban como una montaña rusa. 

Se alegró mucho cuando Brandi le explicó que Sophia había empezado a ir al baño sola. Sin embargo, cuando Brandi llegó a la parte de la muñeca y la tienda, el estado de ánimo de Nick se tornó más siniestro. 

Mixed Emotions

Brandi detailed how spectacular Sophia had been, explaining how she’d stepped in to diffuse an otherwise hostile moment.   

Nick was overjoyed at that. He’d always known his daughter was meant to do wonderful things, and it was inspiring how pure of heart Sophia was but also deeply concerned about the cashier and felt that they should do something about her actions.

They Went Public

After discussing the best action to take, the couple decided to post about their experience on social media. They wanted people to know that these kinds of backward attitudes still existed. 

What they did not count on was the reaction they would receive. What started as a simple social media post soon grew much larger than she ever anticipated.   

The Response

After posting about their experience with the ignorant cashier, within no time, the post was shared and reshared thousands of times. It was clear to Brandi that many people out there had experienced similar or worse incidents. 

Most of the responses were encouraging and supportive. It was quickly apparent that everyone had an opinion, but not all were positive. 

A Sensitive Issue 

Despite the majority of responses being encouraging and positive, Brandi was sad to see that there was also a lot of negativity and anger too. On both sides of the spectrum, it seemed people were passionate. 

That passion wasn’t always good, and people had taken the issue very personally. Many of the comments began to scare Brandi. 

She Doubted Herself

As the post got more and more attention, Brandi began doubting whether it had been worth all the trouble. In some cases, she and her family faced alarming pushback. 

In other cases, despite being on her side, people were growing more hostile and aggressive towards the store and the cashier. As the internet does, the story had taken on a life of its own. 

She Had To Take A Stand 

Brandi grew worried when people began using derogatory language towards the store and the cashier.  Some even started using threats, and it was all snowballing very fast. 

The story soon strayed away from the original message that Brandi had wanted to share. She knew she had to do something before it got completely out of hand.  

A New Message 

Brandi’s intention when she went public had never been to stoke more division. All she had wanted was for her daughter’s actions to be seen as an example of how unity could be achieved in the world. 

It seemed everyone had lost sight of the main person in the story. Sophia herself was blissfully unaware of everything that was going on around her.  

The True Message

Brandi decided to keep posting about Sophia. She hoped it would set an example by showing how her daughter viewed the world. 

Brandi realized there was a purity still present in her, a part untouched by the world’s divisions. The story had reached so many people that even Target themselves soon took notice.  

Things Were Changing

Brandi knew that the world still had a long way to go if it would ever be able to see the world in the pure way that Sophia did. 

She was happy to hear that Target had begun introducing better “sensitivity” training for its employees. She hoped that, over time, people would start learning to be more tolerant of each other.

Making The World A Better Place

Brandi lay awake that night, thinking about what her daughter had done. To the world, Sophia had shown a simple truth; kids have the purest hearts.

Brandi hoped her daughter would grow up to be a doctor. Sophia had the drive and passion needed by the profession. Most importantly, she embodied the fighting spirit required to make the world a better place.   

In order to protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events or places or persons, living or dead, are entirely coincidental.