Mujer Impide A Un Hombre Embarcar En Un Vuelo, Él Le Responde

Demasiado Tarde

Era demasiado tarde, ya lo había dicho y ahora no podía retirar las palabras. Ella le había estado acosando y no le había dejado subir al avión. Tuvo que mantenerse firme.

No podía creer lo que le había dicho. Pero en su mente, simplemente había dicho lo que tenía que decir. Todos los demás lo pensaban igual, ¿no?

Estrés En El Aeropuerto

Intentar embarcar en un avión puede ser a veces la experiencia más angustiosa y estresante para mucha gente. Con largas colas, equipajes perdidos y controles de seguridad, siempre hay muchas posibilidades de que algo salga terriblemente mal. A menudo, la gente tiene ganas de llorar o gritar de frustración.

Emmit lo sabía mejor que nadie, pero había un problema: era bastante creída y engreída. Ella se encargaría de arruinarle el día.

Se La Tenía Jurada

Emmit iba a volar a la República Dominicana para celebrar su cumpleaños con su familia.

Pero no sabía que ella lo estaba vigilando todo el tiempo. Ella se aseguraría de que él no subiera al vuelo.

Bloqueado

Mientras estaba en la cola, escuchó a alguien gritar detrás de él, realmente no necesitaba ninguna complicación. “Disculpe… Disculpe…” entonces sintió que le tocaban el hombro.

Emmit se dio la vuelta para encontrarse con la mirada de la mujer. No sabía que estaba a punto de ser el mayor enfrentamiento que hubiera tenido nunca.

Una Mirada Condescendiente

La mujer miró a Emmit de arriba abajo, lenta y deliberadamente. Para ella era evidente que él no debía estar aquí.

Señaló con la barbilla el cartel que había sobre ella. Su boca era casi una mueca cuando escupió las enigmáticas palabras. Pero Emmit estaba desconcertado.

Perdiendo La Paciencia

“Creo que se ha equivocado de sitio”, se burló la mujer. Pero antes de que Emmit pudiera corregirla y explicarle que, efectivamente, volaba en primera clase, ella le dijo que se saliera de la fila. Luego intentó ponerse delante de él gritándole bruscamente: “Déjennos pasar”.

Emmit intentó mantener la calma y calmar la situación. Le pasaba algo a la mujer?

Darle El Beneficio De La Duda

Miró a la mujer, desconcertado. Le explicó con calma que sí, que le correspondía estar en esa cola. Pero ella insistió: “Creo que se equivoca de sitio, tiene que dejarnos pasar. Esta fila es para reserva prioritaria”. Ni siquiera intentó ocultar el tono condescendiente de su voz.

Emmit intentó razonar con ella. “Prioridad significa primera clase, ¿verdad?”. Pero aun así, la mujer no lo dejaba pasar. Pero él no tardaría en entender lo que ella realmente estaba tratando de decir.

Mantener La Paz

“Sí”, espetó la mujer, “ahora discúlpenme. Os llamarán después de que embarquemos”. La confusión de Emmit crecía rápidamente. ¿Por qué estaba tan segura aquella mujer de que se había equivocado de fila? ¿Y por qué lo había señalado a él?

Emmit intentó mantener la calma lo mejor que pudo, pero empezaba a enfadarse.

Prueba

Poco dispuesto a aceptar su palabra como prueba, Emmitt sacó el billete de su cartera y procedió a demostrarle a la mujer que estaba exactamente donde debía estar.

No le debía nada a esta mujer, pero Emmit pensó que así pondría fin al molesto altercado. Estaba equivocado.

Despectiva

La mujer parecía escandalizada. Frunció el ceño y dijo algo en voz alta a sus amigas. Lo dijo deliberadamente lo bastante alto como para que Emmit la oyera.

“Debe de ser militar o algo así”, se quejó de forma pasivo-agresiva. “Pero hemos pagado por nuestros asientos, así que tendría que esperar igual”. Emmit apretó el puño.

En Estado De Shock

No podía creer lo que estaba oyendo. Como no quería montar una escena en el aeropuerto, intentó buscar excusas para su comportamiento.

Obviamente, ella había supuesto que él no podía permitirse un billete de primera clase. Como si él no fuera digno de volar en primera clase. ¿Realmente estaba insinuando lo que él pensaba?

Insinuaciones

A estas alturas, Emmit ya tenía una idea de lo que la mujer estaba tratando de decir. Pero no quería creer que ella lo estuviera juzgando por el color de su piel. En los tiempos que corrían, había una mujer que pensaba que él era un ciudadano de segunda clase. No podía creerlo.

De hecho, se negaba a creerlo, pero con el tiempo no tendría más remedio que enfrentarse a esa odiosa mujer.

Duda

A pesar de la abrumadora evidencia de que esta mujer era un personaje desagradable, no quiso sacar conclusiones precipitadas.

Empezó a dudar de sí mismo. Tal vez la mujer no quería dar esa impresión. Pero cuanto más reflexionaba sobre su comentario sarcástico, más incrédulo se volvía.

¿Simplemente Grosera?

Le explicó amablemente que él había estado esperando primero en la cola y que no se iba a mover. Ella tendría que esperar como los demás.

¿Podría ser que estuviera mal vestido para el vuelo? No lo creía. Y mirando la ropa de la maleducada, tampoco parecía que fuera especialmente bien vestida. Las cosas estaban a punto de calentarse.

Llegando A Conclusiones

No quería llegar a la conclusión a la que llegó, pero no podía seguir eludiendo el tema. Y fue su respuesta lo que hizo aplaudir a toda la sala.

La mujer le miró atónita. A juzgar por su reacción, parecía que hacía tiempo que alguien no le daba una lección de realidad.

¿Quién Se Creía Que Era?

Emmit se volvió hacia la audaz mujer y replicó: “No, demasiado grande para estar en el ejército de nadie”. De hecho, Emmit había reservado un billete de primera clase debido a su gran estatura.

Sólo un asiento de primera clase le daría el espacio que necesitaba para volar cómodamente. No tenía ni idea de quién era.

Todo Dentro

Con sus pensamientos a mil por hora, Emmit supo incluso antes de que la réplica saliera de su boca que no sería suficiente para poner a la mujer en su sitio. ¿Quién era ella para cuestionarle su derecho a estar allí?

Había llegado la hora de la verdad. Estaba a punto de aclarar cualquier malentendido entre ellos.

El Elefante En La Habitación

Además, a los militares tampoco les regalan los asientos de primera clase. ¿Por qué esta mujer amargada intentaba explicar cómo él, un hombre afroamericano, podía permitirse viajar en primera clase? ¿Y qué le importaba a ella?

Para entonces, los transeúntes empezaban a reunirse a su alrededor, atraídos por la tensión que irradiaban.

La Multitud

La gente se agolpaba. Algunos querían ver a qué se debía el alboroto, otros querían participar. Emmit no los decepcionaría. Algo en su interior se quebró.

Se había cansado de jugar al Sr. Buen Tipo. Si quería, podía hacer unas cuantas llamadas y demostrarle a esa miserable mujer hasta qué punto se había pasado de la raya.

Ponerla En Su Sitio

Emmit se volvió hacia la mujer con derechos, y lo que le dijo a continuación hizo que todo el público aplaudiera. La mujer necesitaba que le bajaran los humos, y él iba a ser quien lo hiciera.

Aunque Emmit no era conflictivo por naturaleza, tenía que defenderse. Le dirigió un comentario y ella puso cara de haber sido golpeada en la cara por sus palabras. Sus ojos se abrieron de par en par, incrédula, y retrocedió horrorizada.

Llamada De Atención

Emmit le había dicho a la audaz y prejuiciosa mujer que no, que no era militar. Sólo era un afroamericano con dinero. Pero las palabras que utilizó contenían una palabra malsonante para que quedara claro.

El público estalló en vítores y aplausos, encantado con la ingeniosa réplica de Emmit y con la venganza pública de la mujer. Pero la historia aún no había terminado.

Calling Her Out

Emmit had told the audacious and judgemental woman that no, he wasn’t in the military. He was just an African-American man with money. Only, the words he chose to use contained a slur to really drive the point home.

The crowd exploded with cheers and applause, delighted by Emmit’s witty retort and loving the woman’s public comeuppance. But the story wasn’t over yet.

Taking A Stand

What Emmit had done was commended by all who witnessed it – in their eyes, he had taken a firm stand against intolerance. The woman had clearly deserved it. He shared the story on Facebook, but he only expected his friends to see it.

Little did he know, the situation was about to be turned on its head. Soon, he’d have to retract what he’d said.

Viral Post

Within just two days, Emmit’s post had been shared over 250,000 times. Now, it has been shared by over 300,000 people. Hundreds of comments poured in, praising Emmit’s response to the woman’s inappropriate behavior. “Never judge a book by its cover,” one admirer wrote.

“She is so ignorant it makes no sense that people like her still exist. Enjoy yourself, you handled it well.” But soon, Emmit would regret everything.

Not What He Wanted

By the time Emmit had arrived at his destination, the post had gone viral. He couldn’t believe how many times it had been shared, and how many people had commented on his story. So many people from all over the world commended his actions.

But instead of being thrilled about the publicity, Emmit was dismayed.

All The Wrong Reasons

Emmit believed that his post had gone viral for all the wrong reasons. “This racist stuff is definitely an issue but this is not the solution to that issue,” he wrote. He had had time to think carefully about what had happened while he was on his flight.

But he knew just what he had to do about it.

Regret

“It brings me no joy waking up in paradise,” he wrote. On his 37th birthday – the day he was meant to be celebrating – he had found out he had caused another person to go through “hell.”

There were also some people who claimed that his original post had been a fake. It was time to address these people as well.

Taking The High Road

“The story was definitely real, just like this issue is definitely real, but I now know that I myself should have handled it another way, or left it how it was, and not shared it publicly.”

Emmit knew that instead of discouraging intolerance in the world, his post was only highlighting it. It was time to be the bigger person.

Right And Wrong

“When dealing with people, I always try to stay on the side of Right, so to make sure I never do anybody wrong, I try to always put myself in that person’s shoes, and ask how would I feel if that person did this to me,” Emmit wrote on Instagram.

“And if I was her this morning I would be a total wreck today, and that doesn’t help this situation, or her… it only makes them more angry, and brings more drama…” Emmit decided to put things right.

Public Apology

“SO I WOULD LIKE TO APOLOGIZE AGAIN TO THE WOMAN I HAD THIS ENCOUNTER WITH YESTERDAY. NO MATTER HOW WRONG YOUR ACTIONS YOU DON’T DESERVE THIS,” He wrote in all caps. “I BELIEVE IF YOU CAN’T HELP NOBODY AT THE VERY LEAST YOU SHOULD NEVER DO ANYTHING TO HURT THEM.”

Unfortunately, the woman hasn’t accepted his apology. But if Emmit had a chance to redo that day, he’d choose to be a force for good – even if the rude woman didn’t deserve it.

In order to protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events, places, or persons, living or dead, are entirely coincidental.