Madre Graba A Niñera, Descubre Por Qué Las Otras 6 Lo Dejaron

La Gota Que Colmó El Vaso

El mensaje llegó de forma totalmente inesperada y, una vez más, la dejaron en la estacada. Seis niñeras, una tras otra, en seis meses… todas se habían ido sin ninguna explicación. Sus ojos cansados se llenaron de lágrimas. 

Sabía que lo que iba a hacer era bastante retorcido, pero nunca sospechó la verdadera causa de todos sus problemas. 

Necesitaba Ayuda

La historia comienza con Bridget Elks. Como cualquier madre sabe, compaginar la maternidad y la carrera profesional no es tarea fácil. 

Después de que su matrimonio no saliera según lo previsto, tuvo que ponerse a trabajar a tiempo completo sólo para pagar las facturas y mantener a sus tres hijos. Después de bastantes favores pedidos a amigos y familiares, al final no tuvo más remedio. Necesitaba ayuda desesperadamente. 

La Solución

Después de unas cuantas entrevistas, una joven destacó entre las demás. Bridget le presentó a sus hijos: Marie, de seis años, y Kirk, de uno. 

Acabó contratando a Lisa en el acto, pensando que todos sus problemas se acabarían pronto. Bridget sintió que por fin podía respirar tranquila… pero eso no duró mucho.   

Todo Iba Bien

Bridget se consideraba afortunada por haber encontrado una buena niñera tan rápidamente. En pocas semanas, la joven se había convertido en parte de la familia. 

Bridget sintió que se había quitado un peso de encima porque ya no tenía que ausentarse del trabajo para llevar a Marie a la guardería, al parque y a las actividades extraescolares. Pero no estaba preparada para el bombazo que vino después.

Dimisión

Tres semanas después, Bridget recibió un alarmante mensaje de texto de Lisa que la dejó sorprendida y confundida. La niñera le informaba de que renunciaba con efecto inmediato y le pedía a Bridget que tuviera listo su último sueldo esa misma noche.

Cuando Bridget llegó a casa esa noche, Lisa se marchó abruptamente sin decir nada más. Claramente, algo había sucedido.

En La Estacada

Más tarde, Lisa le dijo a Bridget por mensaje de texto que había renunciado por culpa de Marie… pero eso no podía ser cierto. Bridget conocía a su hija y se negaba a creerlo. 

Defendiendo airadamente a su angelito, le dijo a Lisa que su abrupta dimisión había sido muy poco profesional. Ahora tenía que volver a empezar el proceso de contratación. Seis meses después, Bridget estaba al límite de sus fuerzas. 

Seis Niñeras

Cuando la sexta niñera salió por la puerta, Bridget no podía creerlo. Seguro que cuidar de dos niños puede ser un suplicio, pero ella pagaba bien a estas mujeres y no creía que estuviera pidiendo demasiado. 

El problema no podía residir ni en ella ni en sus hijos. ¿Por qué eran todas aquellas chicas tan poco fiables?

Llegar Al Fondo Del Asunto

Cuando Bridget contrató a Meg, la séptima niñera, ya tenía un plan preparado. Había pedido prestadas unas cuantas cámaras de vídeo a sus amigas para llegar al fondo del problema. 

No había creído a las otras mujeres cuando decían que Marie había sido el problema, así que instaló las cámaras por toda la casa para ver qué estaba pasando realmente.

El Plan Salió A La Perfección

Todo sucedió como un reloj. Al igual que las veces anteriores que había contratado una nueva niñera, las cosas parecían ir bien al principio. Pero, efectivamente, Bridget recibió la renuncia de la séptima niñera apenas dos semanas después. 

Pero, esta vez, Bridget podría ver exactamente lo que había sucedido por sí misma. Pero cuando vio las imágenes, se quedó horrorizada. 

El Problema

Los ojos de Bridget se agrandaban cuanto más miraba. No podía creer lo que estaba viendo. Marie nunca se había comportado así con ella, así que no tenía motivos para creer las vagas acusaciones de las niñeras. 

Durante la primera semana, Marie fue un angelito. Pero, hacia el final, Bridget ni siquiera reconocía a su propia hija. 

Mala Actitud

Bridget vio cómo Meg le pedía amablemente a Marie que le pasara la bolsa de los pañales del bebé porque tenía las manos llenas. “¡No puedes decirme lo que tengo que hacer!”, gritaba la niña, “¡Yo soy tu jefa!”.

Cada vez que Meg le pedía a Marie que hiciera algo, como lavarse las manos antes de comer o prepararse para ir al colegio, Marie se negaba. Bridget estaba furiosa. 

El Día Que Renunció

La gota que colmó el vaso para Meg fue el día en que renunció. Le había pedido a Marie, que corría de un lado a otro y hacía ruido, que por favor se callara porque su hermanito se acababa de quedar dormido.  

“¡Soy tu jefa! Haré que te despidan!” gritó Marie en la cara de la niñera. Bridget observó cómo Meg intentaba suavizar la situación, y luego buscó su teléfono.

Una Pequeña Charla

Bridget sentó a Marie y le explicó que tenía que respetar a su niñera. Le mostró las pruebas de que había estado actuando mal y trató de hablar con ella con calma. Le preguntó a la niña de 6 años si creía que su comportamiento era aceptable.

Pero la respuesta de Marie la dejó absolutamente anonadada. “Nosotros le pagamos. Yo soy su jefa”, respondió Marie. ¿De dónde venía este comportamiento?

Consecuencias 

Mientras Bridget se apresuraba a buscar una niñera que la sustituyera, no había nadie que llevara a Marie a sus clases de natación. Cuando la niña se quejó, Bridget señaló que la culpa era de ella.

“Ella es la razón por la que la niñera renunció y hasta que no encuentre a alguien nuevo, no podrá hacer las actividades a las que su niñera la llevaba”, se desahogó la furiosa madre en un grupo de padres en Facebook. Pero, ¿fue suficiente ese castigo?

¿Un Castigo Adecuado?

“Estaba furiosa con mi hija y se lo hice saber. La castigué quitándole varias cosas y no hizo nada remotamente divertido hasta hace poco.”

Bridget continuó: “También la castigué sin salir con una amiga que trataba terriblemente a su niñera (no van al mismo colegio), así que ya no se ven en absoluto”. Pero, ¿qué pensaron los demás padres?

Reacciones

“Sus acciones impactaron a alguien lo suficiente como para que dejara un trabajo por el que le pagaban. Ha ensuciado su reputación ya que se corre la voz rápidamente dentro de la comunidad de niñeras si un niño trata así a su cuidador”, escribió una madre en el post original. 

“Imagino que no fueron tres hechos aislados, sino que ocurría con más frecuencia, pero esas tres veces fue cuando la niñera estaba al límite”. Luego, otras niñeras nivelaron su opinión sobre toda la situación.

Otras Niñeras Hablan 

“Cuido a unos niños en la parte rica de la ciudad, y tienen amigos así. Al principio, los niños intentaron tratarme así. Tuve una charla con los padres y les dije que podían encarar ese problema ellos mismos, pero que si querían que siguiera cuidando a los niños, yo también lo haría a mi manera”, respondió una usuaria.

“Tuve suerte de que los padres apoyaran mis castigos. Definitivamente ayuda cuando el problema se aborda por ambas partes como una fuerza unida, pero los niños siempre se comportarán como niños y lo que funciona para uno definitivamente no funciona para todos”. Entonces, un profesional intervino.

Opinión De Un Profesional

“Me parece que no estaba contenta con la situación, con el hecho de tener una niñera en primer lugar”, escribió Vicki Broadbent, fundadora del blog para padres Honest Mum. 

“Tal vez sentía que sus necesidades no estaban siendo satisfechas. Por ejemplo, podría haber sentido que no la escuchaban, que había perdido toda la autonomía incluso sobre las decisiones más pequeñas, que chocaba con su personalidad o, muy probablemente, que se sentía un poco abandonada por sus padres en esa situación”. Entonces, ¿podría Bridget haber manejado toda la situación de otra manera?

Un Problema Mayor

Vicki señaló que, aunque la mayoría de las madres solteras necesitan ayuda para el cuidado de los niños y no están “abandonando” a sus hijos cuando reciben ayuda, puede ser comprensible que Marie se hubiera sentido defraudada por su madre.

Vicki señaló que Marie podría haberse sentido especialmente resentida por toda la situación cuando las razones para necesitar una niñera no le fueron explicadas adecuadamente por su madre.     

El Comportamiento De Marie

Vicki dijo que es muy importante que los padres expliquen siempre el “por qué” de las decisiones y los escenarios, y esto es especialmente cierto cuando pueden afectarles emocionalmente. 

En lugar de esperar que Marie aceptara una niñera, había que explicarle exactamente por qué Bridget tenía que contratarla. Así, Bridget debería haberle dicho a Marie que necesitaba una niñera porque tenía que trabajar mucho para poder pagar las muñecas de Marie, las clases de natación, la comida, etc. ¿Y el razonamiento detrás de esto?

Making Children Feel Emotionally Safe

“Reminding them how emotionally safe and loved they are, is key too… I personally hated having a nanny and later babysitters as a young child,” Vicki explained.

“I wanted to be with my parents at all times, which is completely normal and natural, and although it was explained to me that they needed to work and therefore I needed sitters, it didn’t make life that much easier for me.” 

Marie Felt Hurt

According to Vicki, Marie may have felt hurt or like her feelings weren’t being considered – which caused her to act out. Marie was trying to tell her mother that she didn’t want a sitter, and her acting out was a cry for help. 

Does that mean Vicki thought Marie had behaved appropriately and that Bridget was in the wrong? 

Listening To Them

“Yes, teaching children that they can’t be rude is crucial, but so is listening,” Vicki said.

“…and I mean really listening to them (to the unspoken as well as the spoken cues) and empathizing with their behavior while explaining better ways to express themselves so as not to hurt others.” But Vicki noticed something else about Marie’s behavior that indicated the scenario wasn’t quite as cut-and-dry as it seemed…

Showing Support

Bridget was right to tell Marie that she had been hurtful, but she should have also tried to understand why Marie was acting out in the first place.

“If they can’t describe why (it’s hard to even for adults to self-reflect and psychoanalyze themselves), then it’s your job as a parent to put in the detective work and ensure they feel more supported,” Vicki said. So who else was in the wrong here?

Something Off

“Furthermore, in this scenario, an adult must have at some point told the girl that she was the boss of her sitter, either in jest or in all seriousness, as age 6 is quite young to understand the complexities of money and the power that might give someone,” Vicki concluded.

For Bridget, it had been a real eye-opener. Also, after looking up “How to get your child ready for a nanny or babysitter,” she realized some crucial steps she had missed. The first one made her feel particularly foolish.

Talk First

In general, it’s important to build a solid bond and lines of communication – and not just the night before the new addition arrives. Give a child at least a week to process the new information. And, as mentioned before, tell them why. This eliminates as many unknowns as possible. 

Here are more super-useful tips for any family and kids of any age.

Dinner Date

Invite the new babysitter or nanny over for dinner a few days before her real shift starts.

This acts as a stepping stone and lets the child get used to the idea of having a new person in their life. It goes a long way to easing most tensions. However, the meetup doesn’t end just because the plates are cleared.

Play Games

After dinner, bring out one of the kiddo’s favorite games or activities.

This not only lets the nanny and child bone a little, but it also allows the parents to see how the two interact and communicate with each other. The next step is a “duo day.”

One Day Together

When it comes to successful transitions, there’s no such thing as over-communicating.

Have the nanny or babysitter come over and spend time going through the day or evening’s events, rituals, and necessities. Go about your day like you normally would, but have the new helper take part in everything from snack prep to getting them into bed.

Toy Trick

Next, believe it or not, it involves a special trick with toys.

Kids don’t like inconsistency. It doesn’t foster a sense of security. If the child knows what’s coming, they can handle it with flying colors. Parents can add another layer of confidence in their kids by doing one simple thing…

Mix It Up

Just add the child’s favorite toys to the mix while doing everyday tasks.

Give them a usual toy when you go for a walk. Bring out their preferred book during bedtime. This lets them know that things aren’t really that different. They haven’t lost anything. The next one, however, might be a little more challenging.

A Fine Line

Having the kids feel in charge in some way can help by leaps and bounds.

This can be done by bringing them along when the nanny or babysitter comes by for their first visit. Let them show their “new friend” around the house or take out the snacks they enjoy. But, there is one thing you have to be really careful with.

Not The Boss

While it’s important for them to feel safe, maybe even empowered, they can’t go around acting like a little maniac boss – like Marie did. 

They need to know that the new person is the one in charge – without them feeling dominated. The house rules, such as homework and chores, remain intact.  The final tip might be the hardest to navigate.

Punishments

While it might be impossible to imagine someone else escorting your child to the “time out” corner while they’re crying like the world is about to end. 

However, the nanny or babysitter needs to be able to correct unwanted behavior and remain in charge. This is where the parent’s communication is key.

Talk It Out

Moms and Dads must clearly outline what the nanny or babysitter is allowed to do and how they should go about it – maybe even take notes or send messages when it happens so parents can talk about it when they get home.

Well, there you have it! Simple tips and tricks to help any family – so they don’t have a situation like poor Bridget had to endure.

In order to protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events or places or persons, living or dead, are entirely coincidental.