Jefe De Concesionario Engaña A Repartidor, Aprende Una Dura Lección Al Enterarse De Lo Que Llevaba En El Bolsillo

Pensaron Que Podían Salirse Con La Suya

Pensaron que podían salirse con la suya con el repartidor. Y para colmo de males, fueron muy groseros. Actuaron como si fuera el repartidor quien les debiera algo y no al revés.

Pero no sabían que el repartidor escondía algo en el bolsillo. Algo que les llevaría a su perdición y de lo que lamentarían no haberse dado cuenta.

La Historia De Jarrid Tansey

Esta historia tuvo lugar en Massachusetts hace tan sólo unos días. Hubo dos partes principales implicadas en lo que se convertiría en una historia de humillación y venganza.

Una era el personal de F&R Auto Sales, un concesionario de coches de la ciudad, y la otra era Jarrid Tansey, repartidor en una pizzería local llamada Palace Pizza. Se verían envueltos en una disputa de la que millones de personas en todo Internet ya han sido testigos y han tomado partido.

Un Hombre Trabajador

Jarrid Tansey era un hombre muy trabajador. Trabajaba hasta tarde en su segundo empleo y dependía en gran medida de las propinas para mantener a su familia. Repartir pizza no era el trabajo más fácil, pero pagaba las facturas.

Había aprendido a tratar con clientes difíciles, pero nunca había experimentado nada parecido. Las personas a las que entregó pizza esa noche estaban ebrios de poder y, por desgracia, Jarrid pagaría el pato.

Llegar A Fin De Mes

La mayoría de la gente en la posición de Jarrid habría renunciado, pero eso simplemente no era una opción. Como su mujer acababa de dar a luz, tuvo que hacer un plan hasta que ella pudiera volver a trabajar.

Sin un segundo ingreso, la familia de tres no podría comer. Así que Jarred agachó la cabeza. Recordó lo que su padre le había enseñado.

Segundo Trabajo

Si Jarrid sabía algo, sabía que nada en la vida es gratis. Su padre se lo había enseñado. Por eso, cuando nació su hija, aceptó de buen grado un segundo trabajo para llegar a fin de mes.

Se esperaba las largas horas de trabajo, pero nunca que una habitación llena de desconocidos le acosara y menospreciara. ¿Cómo había llegado a esto?

Clientes Difíciles

Jarrid Tansey había tenido clientes difíciles antes, pero nada como esta gente del concesionario de coches. Se intensificó tanto que terminó en un conflicto abierto; y no fue nada agradable de ver.

Y al final, el personal de F&R Auto Sales se arrepentiría de haberse metido con quien pensaban que no era más que un inofensivo repartidor de pizzas.

La Llamada Que Cambió Su Vida

Una noche, Jarrid recibió una llamada de su jefe, nada inusual. Un concesionario de coches local acababa de hacer un pedido de pizzas y bebidas.

Cargó el pedido en su motocicleta y corrió a hacer la entrega a tiempo. Esquivando coches y atravesando el atestado tráfico de la ciudad, decidió tomar un atajo. Quizá si llegaba antes de lo que esperaban, conseguiría una buena propina…

La Entrega

Jarrid llegó a F&R Auto Sales en Westport, Massachusetts, sacó las pizzas de la caja y colocó cuidadosamente el recibo encima de las cajas.

El total ascendía a 43 dólares. Entró en la recepción y entregó la pizza caliente a la persona que obviamente le estaba esperando. Lo que él no sabía es que aquella sería diferente a cualquier otra entrega…

Solo El Principio

Un hombre de la recepción le entregó a Jarrid un billete de 50 dólares y se llevó las pizzas y las bebidas sin decir una palabra.

Jarrid, a quien se le perdonaría pensar que la interacción había terminado, le dio las gracias y siguió su camino. Sin embargo, esto era sólo el principio de la historia. Los empleados de F&R Auto Sales no habían terminado con Jarrid.

Quejas

Jarrid llegó de nuevo a Palace Pizza, y pensó que no volvería a saber nada de la gente de F&R Auto Sales en un tiempo. O al menos hasta su próximo pedido.

Pero no fue así. Nada más llegar, su jefe quiso hablar con él. Alguien había llamado del concesionario, y tenían algunas quejas.

Querían Los 7 Dólares

Al parecer, los 7 dólares de sobra no eran para dar propina. Así que exigían que Jarrid volviera al concesionario y les devolviera el cambio.

Jarrid estaba horrorizado. ¿Realmente eran tan mezquinos con los 7 dólares? ¿Realmente eran tan tacaños que no estaban dispuestos a dar propina? Pero no había mucho más que pudiera hacer al respecto. Al menos por ahora.

Volvió

Así que se montó en su moto y condujo de vuelta al concesionario; por supuesto, con los 7 dólares que le pedían de vuelta. Todavía le costaba creer que tuviera que pasar por todo esto.

No sabía que las cosas iban a empeorar. Pero, por suerte para él, al final sería él quien reiría el último.

Órdenes

A pesar de las protestas de Jarrid, su jefe le ordenó que volviera a subirse a la moto y devolviera los 7 dólares. El cliente siempre tenía razón, argumentó, y más le valía a Jarrid asegurarse de que devolvía el dinero.

Y no le importaba si Jarrid tenía que usar su propia gasolina para hacer el viaje. Jarrid, temiendo por su trabajo, accedió. Pero lo que le esperaba en el concesionario no valdría ni todo el dinero del mundo.

Amenazado

Jarrid llegó al concesionario con los 7 dólares en cuestión. Todo el personal le estaba esperando y Jarrid se sintió intimidado. Pero aun así, sintió que tenía que decir algo.

Se los devolvió a uno de los trabajadores y expresó su frustración. Y esa sería la causa que desembocó en una acalorada disputa.

Conflicto

“No tiene sentido que me entregues un billete me ibas a hacer volver para devolvértelo”, se quejó. “No estoy enfadado; simplemente he tenido que malgastar mis recursos volviendo aquí”.

“Escucha”, dijo un miembro del personal. “El director se disculpó una vez contigo. ¿Qué quieres, que se disculpe otra vez?”. Eso fue grosero. Pero la cosa no acabó ahí.

Una Situación Que Se Intensifica

De repente, una mujer apareció de la nada. Empezó a ponerse agresiva con Jarrid. Envalentonados por el movimiento de su compañera de trabajo, las otras personas de la oficina empezaron a insultarle también.

¿Qué le pasaba a esta gente? No les había robado el dinero. Jarrid pensó detenidamente en la mejor manera de calmar la situación. Respiró hondo antes de decir lo que pensaba.

Exponer Su Punto De Vista

A estas alturas, Jarrid se estaba poniendo colorado. “¡Mira, yo no te he robado el dinero!” Gritó. “Te devolví tus 7 dólares. Ya está todo arreglado”, dijo. Gran error.

Obviamente, se sentía molesto e insultado, pensó que tal vez, si intentaba razonar con esta gente, lo entenderían. Por desgracia, con algunas personas no se puede razonar.

Burlas Y Amenazas

La maleducada mujer se detuvo unos segundos. Lo que había dicho sólo la había enfurecido aún más. Miró a sus compañeros, como si intentara ganarse su favor. Luego, miró a Jarrid directamente a los ojos e hizo una amenaza.

Le gritó: “Sal por la puerta antes de que te dé un guantazo”. Todo el personal se rió.

Grosería

Jarrid sintió como si quisiera que la tierra se abriera y se lo tragara entero. Ahora era el momento de irse. Pero no fue lo bastante rápido.

Se dio la vuelta para marcharse, pero entonces el director gritó: “Llama al dueño y al gerente. Quiero acabar con él. Quiero que lo despidan”. Poco sabían que el repartidor no había terminado con ellos. Tenía algo en el bolsillo.

Todo Estaba Grabado

Había estado escondiendo su teléfono en el bolsillo trasero durante toda la conversación, y lo grabó todo en audio. Cuando volvió a la pizzería, le contó a su jefe lo que había pasado.

Su jefe había recibido una llamada del concesionario y estaba pensando en sancionar a Jarrid. Pero cuando escuchó la conversación grabada, cambió de opinión. Aun así, las cosas no acabarían ahí.

Someone Called Him

He soon received a call. It was someone who was there at the car dealership when the disagreement took place. But he wasn’t a member of the staff in the strict sense.

He was a contractor that handled the computer services of that particular dealership. And he had something in his hands that he thought might be interesting for Jarrid.

Footage

He had video footage of the whole incident. He was in charge of the security cameras of the car dealership, but he wasn’t an employee there; so he immediately took sides with Jarrid.

Jarrid added his recorded audio to the video that the man had sent him and shared it on the Internet. And soon enough, it went viral, and he started getting thousands of messages.

Outrage

The interaction between Jarrid and the employees at the car dealership was all caught on camera. The video clearly showed the “big shots” at the dealership bullying the pizza delivery guy.

And it wasn’t long before the footage was leaked to millions of internet users. The video quickly went viral and, in a surprise turn of events, netizens didn’t like what they were seeing.

Leaked

Everyone who saw the video couldn’t understand how someone could be so petty and mean-spirited about a $7 tip. Netizens were outraged!

They quickly rallied together and identified the car dealership Then, they set out to get sweet justice. They took to Yelp and other review sites, but their quest for revenge didn’t end there.

Netizens Step Up

A former waitress named Amanda Marie Rogers was especially appalled by the video and upset by how the pizza delivery man had been treated.

She now had a mission: “For them to call him back over the money he should’ve received anyway. I decided to take it one step further,” she told CNN. Then, she called Pizza Palace and got Jarrid’s name.

Funds

Amanda set up a GoFundMe account for Jarrid, and posted the video on the page. “I believe Jarrid should be rewarded for dealing with such crappy people. Please watch the video and donate,” she wrote.

“Even if it is $1, it will make up (maybe a little) for him having to deal with idiots like this.” Meanwhile, Jarrid had no idea that his GoFundMe account was even live.

Donations

Tens of thousands of donations began to pour in — in $7 increments. People felt so strongly about what Jarrid had gone through that they wanted to make sure he never had to deliver pizza to those bullies again.

And it wasn’t long before the GoFundMe page had accumulated over $36,000 for Jarrid and his family! But that wasn’t all the internet did for him.

On His Side

“This is because of how awesome you were and handled yourself so well dealing with such cruel people,” wrote Carol Wentz along with her donation. “I am outraged by the cruelty demonstrated by employees of a business who rely on commissions to pay their bills,” wrote another.

People were not taking kindly to the way the employees at the car dealership treated Jarrid. But F&R Auto Sales was also about to receive a healthy dose of karma.

The People Have Spoken

The car dealership’s website received hundreds of bad reviews from strangers who felt for Jarrid. It didn’t take long for their website to reach 0/5 stars!

The threatening comments got so bad that the manager called the police. Now, the manager of the dealership was forced to address the behavior of his employees. F&R Auto Sales issued a public apology, and the woman who had harassed Jarrid was promptly fired.

Completely Unexpected

Jarrid, who had no idea that the internet was rallying behind him, burst into tears when he found out about how much money had been raised for him.

He plans to set the money aside to pay off his mortgage and open a college fund for his daughter. Let that be a lesson for anyone who bullies and belittles anyone in the service industry!

Disclaimer: To protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events, places, or persons, living or dead, are entirely coincidental.