Hombre Usa Una Roca Como Tope De La Puerta Todos Los Días Hasta Que Llegan Los Científicos

La Roca

Para el hombre del teléfono debía de ser un gran problema: lo había dejado todo para venir a ver la roca que había estado utilizando como tope para la puerta. Por fin, después de una hora, llegó el coche y el hombre se bajó.

Pero cuando el experto echó un vistazo a su roca, balbuceó las palabras: “¿Sabe lo que ha encontrado?”. Fue entonces cuando Ben supo que no habría vuelta atrás. Su vida estaba a punto de dar un vuelco.

Vendido

Ben sonrió a la pareja de ancianos mientras fijaban un precio para la vieja granja y sus alrededores. Se pusieron de acuerdo y él pudo mudarse inmediatamente. Ahora era su granja. Siempre había soñado con esa vida, y ahora era suya.

Sólo tenía que llenarla de vacas y cerdos y cuidar de los cultivos como había hecho el viejo toda su vida. Nunca había tenido una granja, pero estaba dispuesto a aprender. Pero mientras salían, algo le llamó la atención.

El Extraño Objeto

Ben sabía que la granja que quería comprar en Dexter, Michigan, no estaba precisamente en las mejores condiciones, pero aun así, quería saber en qué se estaba metiendo.

Pero, después de un rato recorriendo la finca, no pudo evitarlo. Pensó que sería una pregunta tonta venir a ver una propiedad y preguntar por un tope de puerta. Pero la respuesta directa que recibió del propietario no hizo sino desconcertarle aún más.

Tope De Puerta

Mientras Ben salía de la granja con una sonrisa en la cara, notó algo extraño. Se volvió hacia el anciano, al que acababa de comprar la propiedad, y le preguntó qué era.

El hombre sonrió y le dijo que era un tope de puerta. Llevaban más de 50 años utilizando aquella piedra para mantener abiertas las puertas del granero. El padre del anciano le había dicho que era especial, pero él suponía que se trataba solo de un truquito para darle interés a la ingrata tarea de dar de comer a los cerdos.

Extraña Petición

Ben sacudió la cabeza y volvió a estrechar la mano del anciano. El anciano le dijo que siguiera usando la piedra y que era valiosa para él. Le guiñó un ojo mientras se dirigía a su viejo camión. Ben no tenía ni idea de lo que estaba hablando, pero decidió cumplir su petición.

Cuando la pareja y el agente inmobiliario se marcharon, se quedó solo en la granja. Tenía las llaves de la puerta principal y de todas las puertas de la casa. Estaba tan contento con su compra que decidió dar un paseo por su propiedad.

Ben Olsen

Ben Olsen siempre soñó con tener una granja. Cuando era joven, su padre se vio obligado a vender las tierras que tenían y, desde entonces, soñaba con recuperar ese estilo de vida, aunque no pudiera conseguir la misma propiedad.

Sabía que su padre estaría encantado. Y, como parte de su jubilación, Ben le ofrecería una casa en la finca y le permitiría ayudar si quería. Sabía que a su padre le encantaría. Pero no tenía ni idea de que en esta nueva granja había más de lo que parecía.

Dando Un Paseo

Ben podía oler la tierra compactada y húmeda y la lluvia en los árboles mientras daba un paseo por su propiedad. Había un bonito campo abierto detrás del granero donde imaginó que podría cultivar lo que su padre quisiera.

Era curioso que los anteriores granjeros no hubieran cultivado ya allí. Pero al acercarse, algo le llamó la atención. Algo muy extraño había en el campo, y necesitaría respuestas.

Cráter

Ben vio un pequeño cráter en medio del campo. Estaba claro que esa era la razón por la que no habían cultivado allí, pero ¿por qué no lo habían rellenado? También estaba claro que no era un cráter normal.

Decidió llamar al anterior propietario en ese mismo momento. Necesitaba saber qué estaba pasando, y el anciano era la única persona que podía darle las respuestas que buscaba.

Acertijos

Cuando el anciano finalmente contestó al otro lado de la línea, parecía sorprendido de tener noticias de Ben apenas una hora después de haber comprado la propiedad. Pero en cuanto Ben le explicó por qué llamaba, el hombre pareció callarse.

Nunca era hablador, pero Ben se dio cuenta de que no quería decir nada. ¿Le habían estafado cuando compró la propiedad? Entonces el hombre le dio más una adivinanza que una respuesta. Simplemente le dijo que todo giraba en torno a la “roca”.

Nunca Visto

La roca en cuestión era diferente a cualquier roca o piedra que Ben hubiera visto antes. “¿Qué pasa con la roca?” preguntó Ben, tratando de hacer hablar al hombre. Fue entonces cuando el granjero reveló que no era de nuestro mundo en absoluto.

La roca tenía una larga historia detrás, que parecía sacada directamente de una novela o una película, pero el granjero relató su historia con sinceridad y seriedad.

Avistamientos

El anciano suspiró y le habló de los extraños avistamientos que comenzaron en Michigan a mediados de la década de 1960 y que finalmente culminaron en una de las leyendas más famosas de la zona de Dexter. 

Alrededor de las 20:30 horas del 20 de marzo de 1966, Frank Mannor -el padre del hombre- pasaba una tranquila velada en casa, en su granja, cuando él y su hijo adolescente vieron luces en el cielo nocturno.

Luz Extraña

Según explicó el anciano, su padre y su hermano mayor Roland observaron desde las ventanas de la granja cómo un extraño objeto parecía posarse en su granja. Frank y Roland salieron inmediatamente a investigar, pero lo que vieron les sorprendió por completo. 

La extraña bola de luz se cernía silenciosamente sobre una zona pantanosa de su granja. Según Frank, el objeto desapareció para reaparecer segundos después a unos 500 metros de distancia. Frank recordó haber oído un sonido agudo, como una “bala de rifle rebotando en un objeto”, entonces, la luz desapareció. 

Informe Policial

Cuando Frank Mannor llamó a la policía para hacer un informe, se enteraron de que no eran los únicos que habían presenciado algo extraño esa noche. 

Algunos agentes de policía que habían estado patrullando la zona también habían visto algo, y otras personas habían estado informando de avistamientos durante toda la semana. Decenas de personas vieron algo en el cielo nocturno, y Dexter, Michigan, parecía ser el epicentro. 

¿Gas De Los Pantanos?

Los avistamientos fueron generalizados e fueron mencionados en relatos creíbles de senadores, miembros de las fuerzas de seguridad y gobernadores. Pronto, J. Allen Hynek, un astrofísico de la Universidad Northwestern, fue enviado a Dexter para investigar. 

Llegó a la conclusión de que la gente había “visto algo”, pero atribuyó los avistamientos a que la vegetación en descomposición de los pantanos creaba gases que, al liberarse, podían producir luz e incluso sonido. Pero la historia del anciano no hizo más que empeorar.

¿Un Cuento Chino?

El anciano continuó diciendo que unas semanas después de los avistamientos, su padre y su hermano mayor habían visto algo caer por la noche en su propiedad, y que había hecho un “ruido infernal cuando golpeó”. 

Por la mañana, su padre encontró el cráter y desenterró el extraño objeto. “Aún estaba caliente”, recuerda el anciano. Pero a Ben algo no le cuadraba: ¿por qué lo utilizaban como tope de puerta?

Más Preguntas Que Respuestas

Cuando Ben terminó la llamada, sintió que tenía muchas más preguntas que respuestas. El anciano le había hablado por fin del tope que se utilizaba para mantener abiertas las puertas del granero. Decidió echarle un vistazo más de cerca.

Volvió al granero y encontró la piedra en el suelo. Se daba cuenta de que llevaba mucho tiempo allí, ya que estaba cubierta de barro. Pero aún así, había algo convincente en ella. 

Sólo Un Tope Para La Puerta

La idea de que la extraña roca sirviera de tope para una puerta puede haber influido en la opinión de Ben sobre el objeto. Si durante treinta o cuarenta años alguien había utilizado algo como objeto sin valor, estaba claro que en realidad no valía nada, ¿no?

Y así, durante los ocho años siguientes, la “roca” permaneció como lo había hecho durante décadas: en el suelo del polvoriento granero, apuntalando la puerta. Hasta que se produjo una lluvia de meteoritos.

Lluvia De Meteoritos

Ben tenía ahora una familia, y todos sabían que la roca era especial en un sentido que se había pasado por alto. Básicamente daban por sentado que era un trozo de otro mundo hasta que cayeron más rocas del cielo y la gente empezó a verlas en las noticias de por la noche.

Personas de todo Michigan estaban encontrando meteoritos en sus propios patios tras una lluvia de meteoritos en 2018, y ciertamente no los estaban usando como topes de puerta.

Riquezas Invisibles

Más de uno se había dado cuenta de que había una oportunidad de ganar una buena suma de dinero con las pequeñas rocas espaciales esparcidas por Michigan.

Impulsado por la repentina ola de entusiasmo por los meteoritos, Ben decidió que podría haber algo más en la roca que sus hijos habían llevado a la escuela para mostrar y contar todos estos años.

Pero, ¿Era Real?

Pero lo primero era lo primero. Ben tenía que ver si su extraña piedra era, de hecho, real, o sólo un cuento chino contado por un granjero que inventaba historias para darle sabor a su tranquila vida en el campo o añadir intriga y misterio a la granja que estaba vendiendo.

Entonces, ¿se trataba de un meteorito real o sólo de una roca inusual? Ben sabía que tenía que llamar por teléfono para llegar al fondo de la cuestión.

Calling The Right People

It wasn’t difficult to find out who was the right person to contact in the event that you find a meteorite, especially since Ben had a friend who had once studied geology at Central Michigan University.

He was soon on the phone to Dr. Nestor, a professor at CMU. She agreed to examine the rock but wasn’t optimistic as to its outcome. She was about to be proven very wrong.

Phone Call

What the old farmer had told him was enough for him to know who to call next. He called another professor from the state’s university.

But once he described the rock to the man, he seemed to immediately get nervous. What was going on with the rock that two people were now in on it but not him? The professor told him he’d be down to the farm to look at it in the next hour.

A Big Deal

It must have been a big deal to the man on the phone – he had dropped everything to come out and look at the rock that he had been using as a doorstop. Finally, after an hour, the car arrived and the man got out.

But when the expert took one look at his rock, he stammered the words: “Do you know what you’ve found?” It was then that Ben knew that there would be no coming back from this. His life was about to turn upside down.

‘Meteor-Wrongs’

It seemed every Tom, Dick, and Harry had come to the Geology professor over the years and he had examined hundreds of suspected meteorites. But only a small handful of those “extraterrestrial objects” turned out to be anything other than mere ordinary rocks. 

“People bring meteorite suspects all the time, but it turns out they’re not meteorites; they are meteor-wrongs for the most part,” Dr. Deatone said. The moment he laid eyes on the ‘doorstop’, he knew it wasn’t any old rock. Tests were needed to confirm anything further.

Not Just A Doorstop

The expert explained to Ben that what had been used as a doorstop for 50 years was something much, much older than that. Any specialists in the community would be fuming if they knew it had been used for such an arbitrary purpose.

Ben asked him what implications it had on him. The expert told him that to discover something this big was like the Holy Grail in his field. And it would also be worth a great deal just to get his hands on it.

Tests

The professor then sent two small slices of the rock to Dr. Mona Sirbescu at the Smithsonian for confirmation. “I could tell right away that this was something special,” he said. “It’s the most valuable specimen I have ever held in my life, monetarily and scientifically.”

The professor believed that if it was what they thought it was, it could easily fetch up to $100,000! Ben was floored by the revelation.

The Sixth Largest

Weighing over 22 pounds, Ben’s meteorite was thought to be the sixth-largest space stone of its kind to be recovered in Michigan. 

With a pedigree like this, Dr. Deatone was confident that the rock could fetch a ton at auction. But just before he sent the specimens away, he recounted his initial process.

Composition

“Just before I did that, we used an x-ray fluorescence instrument—or XRF—to connect the chemical composition, and that fell right in the field where it belongs to in terms of concentration of iron and nickel.”

“Separately, Dr. Cari Corrigan at the Smithsonian conducted another microscopy, and she confirmed without a doubt that it is an iron meteorite.”

What Does it Look Like?

What does this rock look like? Dr. Mona Sirbescu goes on to explain, “The whole meteorite is basically a metallic object. It has a very irregular shape. It has the typical little indentations like thumbprints which are caused by partial melting as the meteorite burns.”

And it is without a doubt 100% authentic, the specific pattern called widmanstätten proves that. Here is how.

Can’t Be Faked

“That widmanstätten pattern is revealed on the fresh surface that I cut after adding a bit of acid with a certain concentration.”

“That pattern is unique. You cannot reproduce it on Earth. It cannot be faked.” Dr. Mona Sirbescu finished.

A Meteorite

What the expert was talking about was the best meteorite find he had ever made. It would be worth a fortune just so that it could be studied and looked at using expert tools. Ben couldn’t believe his luck. The rock was special.

But after seeing how much it meant to the geologists, he felt torn. On the one hand, it was the most special thing he had ever owned. But on the other hand, he knew that the scientific community could really use it. What would he do?

Confirmed

Geologist Catherine Corrigan was the first person to examine the stone. It only took a few tests to confirm it. Now she could corroborate Dr. Sirbescu’s findings and wait to see what would become of Ben’s incredible find.

He had two options if he wanted to sell the meteorite –  he could sell the stone to a museum, or sell it to a private collector looking to turn a profit. Either way, Ben was determined to put the proceeds from the meteorite to good use.

To Be Appreciated By All

Ben was assured that the meteorite would be sold to a museum like the Smithsonian after it was studied. That meant that thousands of people could look at and appreciate the rock just like he did.

He felt that it was only fair to let other people enjoy the meteorite and not just hang onto it himself. And as a nice bonus, he’d be able to refurbish his farm equipment and open a college fund for his kids. 

A Nice Head Start

Ben made up his mind. He decided that he would sell the rock to the museum after it was studied. The enormous figure he was being offered was more than enough to help him get all of the things he needed on the farm.

Samples of the meteor were sent off to another lab, and it ended up having rare elements that increased its value even more. Ben counted his lucky stars that his property came with more than just a farm – It came with a secure and promising future for him and his family.

In order to protect the privacy of those depicted, some names, locations, and identifying characteristics have been changed and are products of the author’s imagination. Any resemblances to actual events or places or persons, living or dead, are entirely coincidental.